El cofrade egabrense y autor del cartel de Semana Santa de este año, Mateo Olaya Marín, desglosó en la noche de ayer, a través de una amena y concisa conferencia, el recorrido de la música procesional egabrense desde 1944, año en que se funda la Agrupación de Cofradías egabrense, hasta la actualidad, en el marco de las actividades que dicha agrupación viene realizando con motivo de su 75 Aniversario.
Olaya destacaba cómo la música procesional “ha ido ganando importancia a lo largo de la Semana Santa, desde un papel accesorio a mediados de los años cuarenta hasta el rol vital que tiene en el día de hoy”, algo que achacaba a la propia evolución de los tiempos y a que “en aquellos años se vivía en un estado de posguerra que hacía que los recursos de las cofradías fuesen muy escasos, lo que impedía a muchas de ellas acompañar musicalmente los pasos”.
En dicha evolución, Olaya destacó la figura del maestro Rodríguez, que en cierta manera cogió el testigo de las primeras agrupaciones musicales egabrenses como la Banda del Ave María, la Centuria Romana Divino Prisionero o la Banda Municipal dirigida por el maestro Moral León y que fue creador de composiciones como ‘Virgen de Piedra’, dedicada a la Virgen de las Angustias de Lucena, ‘Martirio’, compuesta tras el fallecimiento de su hermano en un trágico accidente, ‘Virgen del Socorro’ o ‘Divino Cordero’, dedicada a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Apoyado en diversa bibliografía de la época, Olaya mostraba cómo las primeras marchas que sonaron tras los pasos egabrenses, como ‘Ione’, ‘Nuestro Padre Jesús’, ‘Marcha Fúnebre’ de Chopin o ‘Jesús de las Penas’, todas de carácter lúgubre, convivieron con las marchas militares impuestas por la Banda de la Cruz Roja y fueron derivando a marchas más alegres como ‘Pasan los Campanilleros’, ‘Estrella Sublime’ o ‘Hiniesta Coronada’.
El conferenciante mostró también cómo convivieron las bandas egabrenses, destacando las figuras de José Canela, Ricardo Benítez o Manuel Camacho ‘Alvarito’ en la Banda de Cornetas y Tambores de la Columna primero y en su unión con el Imperio Romano y el Sepulcro después, introduciendo instrumentos poco habituales como las gaitas. Olaya indicaba que “en los años 80, la introducción de las cuadrillas de costaleros cambió radicalmente el panorama de la música procesional, y así se llegó hasta la década de los 90 cuando con las figuras de Manuel Aguilar Aranda y Manuel González Rubio el legado musical egabrense dedicado a imágenes de la ciudad creció exponencialmente con marchas como ‘Getsemaní’, ‘Sentir Cofrade’, ‘Reina de la Misericordia’, ‘Cristo del Perdón’ o ‘A Jesús de las Necesidades’.
Por último, y ya haciendo referencia al siglo XXI, Olaya disertó sobre la creación de la Agrupación Musical ‘Virgen de las Angustias’ y sobre el auge tanto de la música de capilla como del estilo de la agrupación musical, y destacó la “globalización” de la música procesional en la actualidad, que ha hecho que “vengan a Cabra agrupaciones de las ocho provincias andaluzas e incluso de otras comunidades autónomas”, destacando entre otras la AM Jesús Despojado de Jaén o la BCT Coronación de Campillos, muy vinculadas respectivamente a las hermandades de la Columna y el Lavatorio, sin olvidar el paso por Cabra de grandes bandas como Sol o Cigarreras.
El acto lo cerró el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Corpas, que agradeció la disertación de Mateo Olaya y la cesión del Centro Filarmónico para que ésta tuviese lugar entregando un obsequio al conferenciante y al director del Centro, Manuel Molina.