El Hospital Reina Sofía reforma su Unidad de Medicina Nuclear

  • Se han diferenciado los circuitos de pacientes, profesionales, las zonas de aislamiento para personas que tienen que someterse a pruebas diagnósticas con isótopos radiactivos y se ha incorporado un equipo diagnóstico, el SPECT-TAC

El Hospital Universitario Reina Sofía ha invertido 270.500 euros en las obras de reforma de la Unidad de Medicina Nuclear. El objetivo de esta intervención es mejorar los circuitos de circulación de pacientes y profesionales, así como los espacios asistenciales para incrementar la confortabilidad, accesibilidad e intimidad de los más de 25.000 pacientes que anualmente atiende el servicio en sus distintas modalidades. La actuación ha permitido mejorar especialmente el área de atención a pacientes hospitalizados, la zona de administración de radiofármacos, la sala de tratamientos metabólicos, la zona de trabajo de profesionales, así como la espera de pacientes y familiares, entre otras.

Además, se ha incorporado nuevo equipamiento tecnológico al hospital, sumando un equipo de alta tecnología (SPECT-TAC) que introduce importantes mejoras en el diagnóstico y tratamiento y permite reducir el tiempo de radiación de estos pacientes. Según destaca el director de la Unidad de Medicina Nuclear, Juan Antonio Vallejo, “el nuevo espacio supone un salto de calidad muy importante para nuestros pacientes y para nuestro equipo de profesionales, no sólo por el incremento en intimidad e independencia de los circuitos asistenciales, sino porque atendemos a nuestros pacientes con mayor calidad, con criterios de eficiencia, humanización y garantizando el cumplimiento de la normativa del Consejo de Seguridad Nuclear”.

Las obras, que comenzaron a realizarse en 2016, se han desarrollado en tres fases, todas ellas realizadas sin interrupción de la actividad asistencial. La primera fase permitió la construcción de una sala de exploración en la que se instaló un equipo (SPECT-TAC), junto con la adaptación de una sala de formación. En una segunda fase se ejecutó la zona de trabajo de profesionales (proceso y gestión) y las salas de espera para acompañantes y pacientes inyectados. En la tercera etapa, que acaba de finalizar, se han construido tres salas para la administración de radionúclidos, diferenciadas en función de su uso y con especial atención a la intimidad y confortabilidad del paciente. En esta fase, también se ha finalizado la sala de espera para pacientes encamados que requieren exploraciones en Medicina Nuclear.

Mejoras asistenciales

La reforma integral ha implicado una mejora de la prestación sanitaria del servicio de Medicina Nuclear en términos generales, ya que la redistribución de los circuitos permite dar respuesta a las necesidades asistenciales de cada paciente y, por otro lado, ofrece un espacio de trabajo en el que los profesionales pueden desarrollar sus funciones asistenciales, docentes e investigadoras.

En lo referente a la atención al paciente destacan especialmente las mejoras en la zona de inyectables, que ha duplicado el espacio, pasando de una sala con tres puestos, a tres salas (cada una de ellas con un puesto). Este incremento permite que se atienda de forma más especializada, más segura y personalizada al paciente (pudiendo diferenciar la atención en función del tipo de tratamiento que necesite la persona), ya que cada sala cuenta con equipamiento diferenciado y dotación específica para cada proceso. Asimismo, cada una de las consultas dispone de un acceso independiente y están interconectadas con Radiofarmacia, a fin de garantizar que el tiempo y el recorrido del radiofármaco (desde que el producto sale de Radiofarmacia hasta que se aplica) sea el mínimo posible, un aspecto muy importante para que no pierda efectividad. En estas nuevas salas se atiende alrededor de 8.000 pacientes año, de los que más de 1.500 corresponden a pruebas complejas con procedimientos de estimulación.

Otra de las zonas que ha experimentado una mejora sustancial ha sido el área de atención a pacientes hospitalizados. Esta reforma permite que los pacientes derivados de otros centros hospitalarios puedan recibir la atención sanitaria que precisan por su proceso de base, estando acompañados por sus familiares, mientras se realiza el procedimiento diagnóstico en medicina Nuclear. Esta sala tiene una capacidad de hasta cuatro pacientes simultáneos, garantizando la intimidad y potenciando la humanización de la asistencia de los 1.000 pacientes al año que se beneficiarán de esta mejora.

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