El deportista egabrense Manuel Mesa afrontará entre los próximos días 23 y 25 de mayo el que podría llamarse como ‘reto de los retos’, ya que se desplazará hasta la Costa Tropical, concretamente a Motril (Granada) para participar en una prueba denominada ‘Ultra Man’, que le llevará a competir durante tres días consecutivos en una prueba que combinará natación, bicicleta y carrera a pie, todo ello con poco descanso entre ellas y recorriendo kilómetros en “cantidades industriales”.

Mesa explicaba que “en el Ultra Man hay que competir durante tres días consecutivos. El primero de ellos hay que hacer diez kilómetros a nado en aguas abiertas. Por anclar los números, hay que decir que sería como ir desde aquí a Lucena o a Monturque nadando, para seguidamente hacer 145 km en bicicleta, es decir, como ir de Cabra a Córdoba y volver, o un poco más. El segundo día hay que enfrentarse a una etapa monstruosa de bicicleta de carretera nuevamente, con 280 km, lo que supondría ir y venir a Córdoba dos veces y para terminar, el último día, hay que hacer dos maratones, porque hablamos de una carrera a pie de 84,400 metros”. Una prueba que, en definitiva, en el mundo del triatlón, es la más dura del mundo y que sólo acogerá a 28 participantes de todo el mundo, que han debido de acreditar una serie de marcas para poder registrar su inscripción porque además de su kilometraje, se caracteriza por su gran desnivel acumulado.

En el mundo del triatlón, Mesa asegura tener “poca experiencia” a pesar de haber estado siempre muy vinculado al mundo del deporte, y fue un día, “nadando en las playas de Cádiz, cuando pensando mientras estaba en el agua decidí que para festejar que iba a cumplir 40 años podía participar en un Iron Man, y fue así cómo decidí presentarme al Iron Man de Barcelona después de once meses de preparación, si bien las distancias son muy inferiores a las que se recorren en el Ultra Man”. Mesa añadía que “estando en dicha prueba me entregaron una publicidad sobre esta prueba y tras consensuarlo con mi familia y mi entrenador, decidí dar el paso, si bien he de reconocer que quizás antes de enfrentarme a él, debería de tener algunos Iron Man más en las espaldas”.

Para esta prueba, Mesa señalaba que “hay que tener una condición física muy buena, pero mentalmente hay que estar incluso por encima, ya que hay que tener una buena base en cuanto a resistencia, combatividad, afán de superación y capacidad de sufrimiento” añadiendo que “de estas cosas, algunas se entrenan y otras van en la forma de ser de cada uno, y se tienen o no se tienen. Por eso, es incluso positivo haber pasado malos momentos en otras pruebas deportivas para afrontar las dificultades que se puedan presentar”.

Una de las mayores dificultades que ha encontrado Mesa en su preparación ha sido la búsqueda de tiempo para entrenarse porque “al trabajar como policía local, lo hago por turnos, y eso tiene una serie de ventajas pero también diversos inconvenientes, porque compaginarlo con los entrenamientos es una tarea de locos tanto para mí como para el entrenador, ya que mi vida es un puzzle”. Tras siete meses de preparación, reconoce haber “perdido ya la cuenta de los km que llevo recorridos, ya que pueden ser unos 300 en natación, unos 6000 en bicicleta y unos 1000 en carrera a pie”. Semanalmente, unas “diecisiete o dieciocho horas, lo que es muchísimo, pero cuando te marcas un reto de este calibre, tienes que hacerlo así porque no cabe la opción de decir ‘bueno, hoy no tengo ganas de entrenar, lo dejo para mañana’”.

Mesa destacaba “la alimentación” como una de las claves para afrontar esta prueba, ya que “si no estás bien nutrido, el cuerpo diría ‘basta’. Hace falta mantener una dieta sana y equilibrada, y en mi caso concreto, me he alejado mucho de las barritas y geles que se usan tanto en este deporte. Simplemente tomo comida normal porque tengo una pérdida calórica bestial de 12.000 o 14.000 calorías, todo ello guiado por nutricionistas, médicos que me hacen hemogramas, un entrenador que tiene monitorizados los datos de mis entrenamientos y se encuentra en Chiclana, un fisioterapeuta que me va a acompañar en la prueba, porque es de autosuficiencia y tienes que ir acompañado de dos personas que te sirvan avituallamiento, un podólogo y, por supuesto, por mi mujer que es un apoyo fundamental y fue la que más me animó a hacer esta prueba junto a mis padres”.

Otra de las dificultades que tiene que afrontar Mesa es la gestión de los descansos, porque tiene que cumplir todas las pruebas “en un máximo de 36 horas”, lo que equivale “a 12 horas diarias de actividad como máximo”. En el primer día de prueba, “toca levantarse a las 5.00 horas para estar en el mar a las 7.00 horas, con lo cual el agua debe estar que da miedo, y posteriormente hay que estar compitiendo hasta las 19.00 horas para luego recuperar a nivel muscular y reponer a nivel nutricional. Será una prueba ultrarresistente en todos los sentidos”.

La ordenación de las pruebas (natación, después ciclismo y por último carrera a pie) viene exigida por la reglamentación, pero también le encuentra este ultratleta egabrense su sentido, ya que “es lo más natural y lo menos lesivo. Si empiezas corriendo, muscularmente te destrozas, y podrías tal vez nadar pero bicicleta no vas a poder hacer, por lo que creo que esto es una evolución natural”. Con todo, Mesa señalaba que “son distancias tan bestiales que me veo bien en todas las disciplinas pero al mismo tiempo no me veo en ninguna, y tanto es así que considero que mi punto más fuerte es mi mentalidad, ya que me veo bien nadando pero nunca he nadado más de seis kilómetros y medio, y me veo bien en la bici pero nunca he hecho más de 200 km. Hay que estar preparado para todo pero no sé cómo va a responder mi cuerpo, porque en la carrera a pie sí que tengo experiencia en esas distancias pero ha sido en carrera de montaña, donde puedes andar en algunos tramos. Aquí poco se puede andar porque el tiempo apremia”.

Para estas pruebas de máxima resistencia, también hay que tener un factor muy en cuenta como es la climatología, señalando Mesa que “me gusta mucho el frío y la lluvia porque me encanta la montaña, y en ese sentido voy a tener suerte porque parece ser que van a bajar las temperaturas y así el músculo se conserva mejor y se desgasta menos”. La problemática que presenta esta situación es que “en Motril hay una bolsa de agua fría permanente incluso en verano, y con esta bajada de temperaturas, se maneja la variable de que el agua del mar puede estar en torno a los 14º, algo que impone”. Además, también se mostraba preocupado por “los vientos, porque tanto en natación como en bicicleta te condicionan mucho, sobre todo si son vientos racheados”.

Aunque se ve preparado para afrontar la prueba, Mesa comentaba que “es propio de la condición humana tratar de superarte a ti mismo, retarte a ti mismo, buscar nuestros límites y vencerlos, y quizá yo sea el primero que estoy pecando de no conocer mis límites. Con todo, para mí el éxito es haber culminado la preparación de esta prueba y poder participar en ella, y si no consigo superarla, no me va a quedar la sensación de haber fracasado”.

Uno de los 28 participantes de esta edición será Juan Bautista Castilla, el ‘Chamba’, ultratleta onubense especialista en estas pruebas y que suele aconsejar “nutrirse bien y sobre todo, ser muy disciplinado y ordenado en las rutinas, es decir, como hayas entrenado y como hayas llegado hasta aquí, hay que mantenerlo hasta las últimas consecuencias. Esto quiere decir que, si por ejemplo, estoy habituado a alimentarme cada 50 minutos cuando voy en bicicleta, seguir haciéndolo así y no cada hora y media, por poner un ejemplo”. En esta prueba internacional, además de dicho andaluz universal en este tipo de pruebas, destaca Mesa la participación de “dos franceses y un mejicano que van a intentar disputarle la prueba al ‘Chamba’, así como una ultratleta italiana”.

Por último, Mesa agradecía “la implicación de las empresas que me van a patrocinar en esta prueba, porque es cara de hacer” y esperaba “dejar bien alto el nombre de Cabra”.