Emergencias 112 registra un total de 217 incendios domésticos de enero a noviembre de este 2018, un 17,8 % menos que el año pasado

El centro de emergencias insta, a pesar de la bajada, a adoptar conductas de autoprotección que permitan reducir la cifra de incendios en la región

En caso de fuego en casa se recomienda llamar al 1-1-2, si es posible, salir de la vivienda y, si no lo fuera, refugiarse en habitaciones con ventanas al exterior

Emergencias 112 Andalucía ha gestionado en la provincia de Córdoba un total de 217 incendios domésticos en lo que llevamos de año –de enero a noviembre de 2018–, lo que supone un 17,8 por ciento menos que la cifra registrada durante el mismo período del año anterior, cuando fueron 264 los casos atendidos por las salas de coordinación, según ha informado el 112, servicio adscrito a la Consejería de Justicia e Interior de la Junta.

A falta de que concluya el presente ejercicio, los meses en los que se ha registrado un mayor número de fuegos en domicilios han sido los propios del invierno: febrero (con 27 siniestros) y enero (cuando se contabilizaron 25). El descenso de las temperaturas y el consiguiente uso de calefactores y braseros suponen un punto de inflexión en la gestión de este tipo de emergencias que también recoge los fuegos de cocina, en aparatos eléctricos o los motivados por los descuidos con cigarillos y otros focos de calor.

Los incendios de vivienda en la provincia cordobesa han supuesto el 6,59 % del total de avisos de esta naturaleza coordinados en el conjunto de Andalucía, que han alcanzado los 3.288. Córdoba es una de las provincias que, hasta el momento, presenta un menor número de avisos por incendios domésticos en el cómputo regional, con cifras muy similares a las recopiladas en Huelva (260), Jaén (227) y Almería (200). Por otro lado, Sevilla es la que cuenta con más incidentes de esta naturaleza, casi un millar (un total de 952), seguida de Málaga (596), Cádiz (448) y Granada (388).

Consejos de autoprotección

El descenso en el número de casos atendidos en toda la comunidad autónoma andaluza en lo que va de 2018 – un total de 3.288 incidencias– contrasta con el repunte del 10 % registrado el año pasado. Desde el centro coordinador instan a no bajar la guardia y ante la llegada del invierno y la bajada de temperaturas, con el consiguiente aumento en el uso de aparatos de calefacción y braseros, recomiendan una serie de consejos de autoprotección para prevenir incendios y saber cómo actuar en caso de que se produzcan para seguir bajando la cifra de este tipo de siniestros.

En primer lugar, es conveniente recordar que ante una emergencia es necesario mantener la calma y llamar rápidamente a Teléfono de Emergencias 112 para poder movilizar a los operativos. Para ello, es fundamental explicar correctamente qué ocurre y dónde y mostrarse colaborador en todo momento con el gestor de llamadas dando respuesta a todas sus preguntas.

Para prevenir incendios en domicilio es fundamental hacer un buen uso y mantenimiento de los aparatos de calefacción. Los braseros, radiadores o cualquier electrodoméstico de calefacción se colocarán siempre lejos de las cortinas o visillos, para evitar que prendan. En las casas donde haya menores, es muy importante que los niños no jueguen ni estén cerca de los focos de calor, porque, en un descuido, pueden provocar un accidente (esta recomendación también es válida para animales domésticos).

Si se usa una calefacción que desprende gases o un brasero de picón (o cisco), la habitación tiene que estar siempre bien ventilada, de esta forma, si existe una mala combustión evitaremos la acumulación de monóxido de carbono -un gas que en altas concentraciones puede llegar a ser letal-.

También es importante revisar el estado de los enchufes e interruptores; no abusar de las alargaderas y enchufes múltiples, así como emplear los enchufes con toma de tierra para aquellos electrodomésticos que lo precisen, como planchas o calentadores portátiles. Es muy útil tener en casa un extintor y conocer su manejo para actuar de forma rápida.

Otras medidas preventivas que se pueden llevar a cabo en las viviendas es evitar que se acumule grasa en hornillas y campanas extractoras y no guardar productos de limpieza, líquidos inflamables y bolsas de plástico cerca de fuentes de calor de la cocina: fogones, hornos o calentadores. Respetar la fecha de caducidad de las conducciones de gas, mantener en buen estado las uniones y no obstaculizar las rejillas de ventilación son también gestos que ayudarán a evitar sustos en nuestras casas.

Al igual que las cocinas, los garajes y trasteros son focos potenciales de incendios porque en ellos se suele guardar productos disolventes, quitagrasas, pinturas, etc. por lo que son zonas a las que debemos prestar mayor atención.

Cómo actuar en caso de incendio

Si a pesar de todas las precauciones se produce un fuego en casa, hay que intentar salir del inmueble con celeridad, pero sin perder el control, lo más importante es ponernos a salvo por lo que, bajo ningún concepto, nos pararemos a recoger objetos personales. Es importante que mientras salimos de la casa cerremos todas las ventanas y las puertas que podamos y, una vez fuera, entreguemos la llave a algún efectivo de bomberos.

El humo acumulado puede dificultar la visibilidad e impedirnos respirar bien; si se da este caso, lo mejor es gatear lo más cerca del suelo. Antes de abrir cualquier puerta, es crucial comprobar que no está caliente y que no sale humo por las rendijas, si es así, no debe abrirse porque el oxígeno alimentaría las llamas y empeoraría la situación. Si se está en una planta superior, se bajará por las escaleras, a no ser que en el hueco haya humo. En todo caso, nunca se usará el ascensor.

Si la magnitud de las llamas impide la salida del inmueble, se deben cerrar todas las puertas que haya entre el fuego y el lugar donde nos encontramos y debemos refugiarnos en una habitación próxima a la calle, para poder llamar la atención al exterior y que los operativos de emergencia puedan rescatarnos. Es muy recomendable, siempre que se pueda, humedecer alguna prenda de ropa y colocarla en las rendijas para evitar que el humo pase a la estancia en las que nos hayamos guarecido. Dar la voz de alerta es primordial: recuerda llamar al 112 para solicitar ayuda y pedir socorro por una ventana o balcón con algún pañuelo o prenda de color que nos haga visibles a los operativos de emergencia. Si las llamas nos alcanzan y prenden nuestra ropa no hay que correr sino tumbarse en el suelo y rodar sobre uno mismo para apagarlas.

Simulaciones que salvan vidas

Las personas que viven en una misma vivienda deben acordar una serie de prácticas y pautas de comportamiento que pueden ayudar a salvar vidas en caso de incendio. Así, es importante que todos los miembros de la familia concreten un plan de salida en caso de incendio así como una zona de encuentro en el exterior; si se produce un fuego en casa, se debe comprobar que todos los ocupantes de la vivienda están en esa zona de encuentro. Además, todos deben conocer la ubicación de las llaves de rejas abatibles para poder huir en caso necesario.

Si hay niños y menores de edad en casa, una buena idea es realizar pequeños simulacros sobre cómo actuar en caso de que se produzca un incendio, como si de un juego se tratara. Algunas escenas vistas en series y películas (gatear mejor que andar, humedecer ropa y colocarla en las rendijas de las puertas o sacudir un pañuelo rojo por la ventana para llamar la atención de los servicios de rescate) son prácticas sencillas y reconocibles para los niños que pueden ayudarles a salvar vidas en caso de emergencia real.

 

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