El Museo de la Pasión de Cabra cuenta desde la víspera de la Semana Santa con una nueva imagen, que ha podido contemplarse durante unos días en el Oratorio de la Inmaculada de la Fundación Aguilar y Eslava y que está realizado por el prestigioso imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro López, que el año pasado ya presentó también el Cristo de la Fundación y que tiene otras obras en la ciudad como el Cristo de las Penas de la Hermandad del Huerto y todas las figuras secundarias que le acompañan en el paso.
El nuevo Cristo Yacente para el Museo de la Pasión muestra una nueva concepción de Cristo muerto, tratando de aproximarse de la manera más realista posible al martirio que sufrió Jesucristo durante su pasión y muerte, por lo que destacan en él las numerosas heridas y moratones que presenta, el ‘rigor mortis’ y una novedad que no se había expresado en este tipo de obras, como es el hecho de mostrar la salida por la espalda de la imagen de la lanzada que recibió por parte de Longinos.
El propio escultor sevillano ha indicado que este trabajo viene a completar “doce años de investigación interdisciplinar sobre la Sábana Santa de Turín y el Sudario de Oviedo”, representando también una exhaustiva recopilación de las investigaciones de medicina legal más completa “que jamás se ha realizado sobre unos objetos relacionados con una muerte violenta y unos ritos funerarios que parecen estar íntimamente ligados con la pasión de Cristo”.
Miñarro ha incorporado “una policromía realista pero fundamentos científicos más que con licencias artísticas” propias y en cuanto a la anatomía, quien vea la imagen puede contemplar cómo llama la atención el tratamiento de los músculos, el vientre inflamado, las piernas flexionadas, la herida de los clavos en los pies y la postura de los propios pies.
Tremendo. Sin palabras.