Lo que hace unos años surgió de una conversación informal con su hija, terminará mañana en la terraza del bar Juanito después de cientos de kilómetros en las piernas, y varios momentos de angustia que son bastantes menos que los buenos momentos que ha pasado en cuanto a satisfacción personal, que en los últimos años además, se ha visto incrementada por lo recaudado de cara a ayudar a quienes más lo necesitan. Juan José Carvajal ya viene desde Sevilla hasta Cabra, y con ello quedará completado su reto de unir cada una de las capitales de provincia andaluzas con Cabra.
Curioso para lo que da a veces una conversación espontánea con los hijos…
- Así es. Como dices, de una conversación espontánea salió este reto cuando mi hija comenzaba a estudiar fuera de Cabra, y a día de hoy, ella los ha terminado e incluso va a hacerme abuelo en septiembre si todo sigue bien, y yo aquí sigo con mis retos y mis locuras, aunque en el caso de este reto en concreto, estamos a punto de terminar.
¿Cómo llegas este año, después de que el año pasado una inoportuna lesión te hiciera cambiar de fecha en el reto Huelva – Cabra?
- Llego mejor que el año pasado, pero la lesión no ha remitido del todo porque se trata de un desgarro de menisco que es complicado de resolver, pero haciendo mucha bicicleta he conseguido reforzar la musculatura y me encuentro mucho mejor que el año pasado. Estoy muy animado pero a la vez, muy nervioso, no ya por el reto en sí sino porque se ha alcanzado una repercusión muy importante y no quiero que se escape ningún detalle y que todo salga a la perfección.
Una repercusión que, todo hay que decirlo, te has ido ganando con el paso de los años y con los tintes solidarios que tiene este reto…
- Bueno, no me corresponde a mí decir si me lo he ido ganando o no porque este reto comenzó como algo personal y en principio iba a quedarse en eso, pero el boca a boca a hecho mucho y se ha alcanzado una repercusión inesperada. No sé si cuando llegue mañana a Cabra voy a poder aguantar las lágrimas porque se ha volcado todo el mundo con el reto, el ayuntamiento se ha portado de forma extraordinaria y de hecho, quería que Sevilla fuera la última por tratarse de la capital de Andalucía y por ello quería hacer algo especial, y se me ha facilitado salir desde el Palacio de San Telmo donde me va a recibir el delegado del Gobierno. Algo totalmente impensable porque una persona de a pie como yo tiene muy difícil tener acceso a estas personas.
¿Cuánto tiempo te ha llevado esta vez organizar la ruta, teniendo en cuenta que no puedes circular por autovías o autopistas, por donde el trayecto se haría más corto?
- Pues gracias a las Nuevas Tecnologías, cada vez es más fácil poder organizar estos trayectos, ya que desde Google puedes trazar una línea entre el Parlamento de Andalucía y Cabra y te dan el camino más corto teniendo en cuenta los sitios por donde no puedo acceder. Sí que es cierto que, de todas formas, hay veces en que el camino te lleva por veredas por las que luego, cuando llegas, no puedes pasar porque ya no existen o porque se han apoderado de ellas los propietarios de las tierras. Con todo, el único inconveniente que esto puede acarrear es que el coche de apoyo no pueda seguirme durante unos kilómetros, pero con la ayuda del GPS y mi mochila cargada con el avituallamiento oportuno, no debe haber mayor problema. Y si me pierdo, son aventuras que hay que vivir.
¿En cuántos kilómetros se ha quedado en esta ocasión la carrera y qué horarios hay previstos?
- Van a ser sobre unos 160 km, y como siempre me acompañará el coche de apoyo. En principio va a ser Non-Stop como en ocasiones anteriores, pero hay que tener en cuenta que las temperaturas no van a ser muy altas y eso puede hacer que llegue antes de lo previsto, cosa que tampoco puede ocurrir porque a las 12.00 es la toma de posesión del nuevo ayuntamiento y tanto el alcalde como algunos concejales quieren ir a recibirme. Por tanto, si veo que voy a llegar muy pronto, haré alguna parada por el camino.
De todas las que has hecho hasta ahora, ¿cuál consideras que ha sido la que más te ha llenado y cuál la que más dificultades te ha planteado?
- La que más me llenó creo que la que primera que hice más larga, cuando vine desde Almería haciendo 280 km, ya que superar esta me dio un subidón de cara a afrontar las de Cádiz y Huelva que presentaban características similares en cuanto a distancia. Y en cuanto a la más difícil, la de Málaga sin lugar a dudas porque entre las temperaturas que fueron infernales y la presión que me marqué yo mismo, queriendo llegar a tiempo para la carrera de Izan, se acumularon unas circunstancias que la hicieron bastante complicada. Además de esa, la peor ha sido la de Huelva porque entre las 16.00 horas y las 19.00 horas, que llegué a Sevilla, las temperaturas también fueron muy altas y en algunos momentos pensé que no iba a poder llegar. Venía mal no de piernas, sino del cuerpo entero, y de hecho incluso tuve que llegar a sentarme un rato a descansar.
Como hemos dicho antes, estos retos generan unos beneficios que se destinan a causas solidarias. ¿Quién es este año el beneficiario?
- Cuando pensé en el reto de este año, pensé en la enfermedad de este siglo, como es el cáncer, y en quién no ha tenido un familiar directo o indirecto, o algún amigo que se ha ido a causa de esta enfermedad. Todos estamos en ese bombo, y yo me siento afortunado por estar en el lado de los que pueden ayudar y no en el lado de los que necesitan ayuda, aunque mi propia hermana sufrió uno el año pasado. Por tanto, todo lo que se recaude irá destinado a la Asociación Egabrense Contra el Cáncer.
Viendo que se acaba este reto de unir todas las capitales de provincia andaluzas con Cabra, ¿se siente un poco de nostalgia?
- La verdad es que no, y más bien al contrario, siento alegría porque veo cómo una cosa que surgió de la nada, llegue donde ha llegado y además, ayudando a personas que lo necesitan. Nostalgia no voy a sentir porque voy a seguir haciendo retos, y de hecho para el año que viene ya estoy perfilando otros.
No sé si podrás contestar a esto, pero recuerdo que hace tiempo me hablaste de unir Madrid con Cabra y de subir y bajar varias veces a la Sierra emulando la subida a un 8.000. ¿Van por ahí los tiros?
- Sí, van por ahí, y en tantas horas de soledad desde Sevilla hasta Cabra acabaré de perfilarlo y se acabará de gestar. Puedo decir que el año que viene haré once subidas y bajadas a la Sierra para acumular los metros de subida que tendría ascender al Everest, aunque realmente es un 16.000 acumulado porque hablamos de 8.000 metros para arriba y otros tantos para abajo.
Además de este reto solidario, ¿cómo van las competiciones en las Copas de Montaña?
- Este año estoy en dos competiciones, como son la Copa Provincial y la Copa de Andalucía. En la Copa Provincial, después de dos años seguidos consiguiendo el triunfo absoluto voy primero a falta de cinco pruebas, y en la Copa de Andalucía, donde el año pasado fui subcampeón, este año voy cuarto después de dos pruebas. Con todo, este año sé que será difícil igualar esos resultados porque los problemas en la rodilla me afectan sobre todo a las bajadas, que es precisamente mi punto fuerte. Con todo, hay que seguir luchando a ver qué podemos conseguir porque mi ilusión es la de acabar al menos en el podio y ver qué podemos hacer con el actual campeón, porque es campeón de España también y se está imponiendo en todas las carreras.
En el mundo del atletismo, y a nivel general, ¿crees que se podrían haber evitado casos como los que vemos últimamente en las carreras, en las que los atletas lo pasan verdaderamente mal y parecen haberle perdido el respeto a los kilómetros?
- Totalmente. Es cierto que cada uno es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, pero siempre he dicho que el cuerpo hay que hacerlo. No puedes empezar a correr hoy, y querer hacer pasado mañana los 101 km de Ronda por poner un ejemplo. Todo esto requiere unos años de acostumbrar la musculatura, acostumbrar el esqueleto… y si no lo haces así, a la larga vienen las lesiones y los problemas. De hecho, en mi propio caso, no hice mi primera carrera de cien kilómetros hasta que no llevaba veinte años corriendo. Hay que empezar subiendo escalones; primero 10.000 metros; luego medio maratón; luego maratón; te animas a hacer 50 km, y así poco a poco hasta llegar a los cien.
¿Deseas añadir algo más?
- Pues quisiera hacer un llamamiento a todos los ciudadanos que quieran acercarse a la terraza del bar Juanito para colaborar con la causa, al ayuntamiento que me ha hecho sentirme como en mi casa por todas las facilidades que me ha dado, y por supuesto a todos mis patrocinadores porque la realización de estos retos tiene muchos gastos y sin su ayuda, sería imposible haber llegado hasta aquí.