Desde este jueves 6 de abril han sido puestos a disposición de los peregrinos y visitantes del Santuario de María Santísima de la Sierra los nuevos aseos públicos que comenzaron a construirse el pasado mes de septiembre de 2016.
En el acto de presentación y bendición de esta nueva infraestructura se ha contado con la presencia del Alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), el concejal Guillermo González (PP), el Rector del Santuario, D. Zacarías Romero, el Hermano Mayor de la Archicofradía, Antonio Cano y miembros de la Junta de Gobierno.
Se encuentran ubicados en un lateral de la explanada principal de la ermita, habiéndose construido, con los preceptivos permisos y licencias, un pequeño edificio independiente anexo a la misma con una superficie aproximada de 80 metros cuadrados. Consta de tres estancias diferentes: aseos de caballeros, señoras y personas minusválidas, a las cuales se accede a través de dos pequeñas rampas. Teniendo en cuenta que en numerosas ocasiones se concentran gran número de personas con motivo de romerías y otros eventos, se han ubicado un total de 6 inodoros y 4 lavabos en el servicio de señoras, cuatro inodoros, tres lavabos y siete urinarios en el de caballeros y un inodoro y un lavabo en el de minusválidos, que también está dotado de cambia-pañales para bebés. Para embellecer la entrada a estos servicios, se ha ubicado un pequeño muro separador decorado con una pequeña fuente y jardineras.
La necesidad de nivelar los servicios con la cota de la explanada ha permitido liberar un salón diáfano de unos 80 metros cuadrados en la planta baja de la construcción, que podrá tener un uso por parte de grupos, colectivos y romerías que acuden hasta el Picacho.
Con este proyecto, costeado por la Archicofradía y que ha rondado los 70.000 euros, se consigue la eliminación de las barreras arquitectónicas que hasta ahora existían, la unificación en unas solas dependencias de todos los servicios, antes ubicados en zonas diferentes, y la comodidad e higiene para sus usuarios. Las obras han sido realizadas por la empresa constructora «Gregorio García Navas».
Adosada al edificio, se ha construido una leñera para el almacenamiento adecuado de la leña que se consume en el Santuario a lo largo del año.
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