La escultura, que ha sido objeto de admiración y estudio durante décadas, proviene del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y estará en depósito en Cabra durante un periodo de cinco años, con posibilidad de prórroga. La inauguración de la exposición contó con la presencia del alcalde de Cabra, Fernando Priego, y el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, Eduardo Lucena, quienes destacaron la importancia de este regreso para la comunidad.
“Hoy vemos materializada una demanda que comenzó a gestionarse en el año 2015. Gracias a la colaboración de la Administración autonómica, toda la ciudad podrá contemplar uno de nuestros más destacados tesoros arqueológicos”, afirmó Priego. La escultura, hallada de manera casual en 1934 en el norte del término municipal de Cabra, es una pequeña obra de mármol que representa un cuerpo masculino recostado, sosteniendo una cornucopia y acompañado de un cocodrilo, elementos que evocan la riqueza del simbolismo romano.
A pesar de su estado fragmentado, la escultura ha despertado el interés de investigadores, especialmente por la inscripción en su pedestal que sugiere un vínculo con el culto a Isis. Este hallazgo podría representar el segundo testimonio arqueológico del culto isiático en la antigua Igabrum, lo que añade un valor incalculable a la pieza.
La llegada del ‘Nilo de Igabrum’ promete generar una gran expectación, similar a la que se vivió hace dos años con la visita del Dios Mitra. Los ciudadanos y visitantes de Cabra están invitados a redescubrir este emblemático tesoro, que no solo representa la historia de la ciudad, sino también el legado cultural de toda la región.
Con este regreso, el Museo Arqueológico de Cabra se reafirma como un punto de referencia para la conservación y divulgación del patrimonio histórico, ofreciendo a todos la oportunidad de conectar con su pasado y apreciar la riqueza de la arqueología romana.