Autor: Francisco García Montoya
(El autor es agricultor, licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada, doctorado en Botánica por la Universidad de Córdoba y Catedrático numerario de Bachillerato jubilado).
Ya habrán oído que Cabra es una ciudad mágica, será por eso que por arte de birlibirloque como si fueran setas van a instalarse en nuestro municipio dos plantas de producción de metano y de eso que llaman biogás. Digo por arte de magia porque ninguna autoridad local ha salido a su debido tiempo a explicar a la ciudadanía la existencia de dos proyectos diferentes para construir sendas plantas de producción de metano en los alrededores de la orujera y separadas una de otra por un par de centenares de metros. Cuando en reuniones con el Ilustrísimo Señor Alcalde le hemos interpelado sobre qué sabía de la instalación en el municipio de las mencionadas plantas siempre ha eludido la respuesta y cuando se le preguntó si con este asunto el Ayuntamiento iba a ser más transparente que con el tema de los eriales solares e informar a la comunidad en tiempo y forma nos respondió que sí que habría transparencia, pero se terminó la reunión, el tiempo pasa y únicamente nos llegan rumores a través de la prensa. No ha habido ningún comunicado oficial a cerca del asunto. Aunque el propio Señor Alcalde en el diario Córdoba ya en 2024 reconoció que una de las empresas empeñadas en construir una de las plantas de metano llamada Biomargas había presentado una memoria para solicitar el informe de compatibilidad urbanística de la planta de metano, y en el Diario Cabra el 23 de julio de 2024 declaró que se había reunido en repetidas ocasiones con la empresa Biomargas tras la presentación en 2023 de un informe de compatibilidad urbanística y que a treinta de abril de 2024 se había comunicado a la empresa que dicho informe era compatible, pero que precisaba de una serie de correcciones; ahí se queda la cosa, no sabemos si la empresa volvió a presentar la memoria con las modificaciones requeridas que, por supuesto, no conocemos en qué consistían. Por su parte Biomargas comunicó que desde 2023 viene trabajando con el ayuntamiento de Cabra en este asunto.
Es decir, que desde 2023 el Ayuntamiento es consciente que la intención de la empresa Biomargas de instalar su planta en Cabra a pesar de lo cual se nos viene negando la información lo cual genera desconfianza porque cuando se trata de escamotear la información a los ciudadanos es porque algo se quiere ocultar. Además, cuando vemos que en todas partes de España donde hay proyectos de plantas de biogás los ciudadanos protestan por los malos olores, el trasiego de camiones cargados de residuos o los vertidos de los productos sólidos y líquidos ya fermentados, entre otros aspectos negativos, como ejemplo tenemos Menjíbar (Jaén), Campillos (Málaga), Muñovero (Segovia) donde el alcalde ha llegado a dimitir por estos asuntos, Ólvega (Soria), Noviercas (Soria) y otros muchos lugares pues uno se pone a sospechar porque ya saben que “cuando las barbas del vecino veas cortar…”
Conocemos documentalmente proyectos de implantación de plantas de biogás en diversos lugares como por ejemplo en Menjíbar porque se han hecho públicos, conocemos también documentalmente solicitudes de compatibilidad urbanística para proyectos en diversas localidades. ¿Por qué no se han hecho públicos los proyectos que hay para Cabra? ¿Es que es una ciudad mágica, pero sus regidores se resisten a sacar el conejo blanco de la chistera? Sí parece haber poca transparencia porque es evidente que el Ayuntamiento conoce esos proyectos desde hace tiempo, sin embargo, no da información a los ciudadanos sobre los mismos.
Sobre la planta que el Tejar plantea construir en las inmediaciones de la orujera de Cabra conocemos todavía menos información y únicamente a través de la prensa, solo que el Tejar junto con otras empresas proyecta instalar ocho centrales por un monto de 240 millones de euros una de las cuales se ubicará en Cabra a poco más de doscientos metros de la de Biomargas. También sabemos que los directivos de esas empresas no van a vivir cerca de las apestosas instalaciones que pretenden construir delante de nuestras narices.
Al ser proyectos que previsiblemente afectarán al medio ambiente de la localidad deberían ser expuestos públicamente con detalle para evitar sospechas y malos entendidos y para que si los ciudadanos haciendo uso de sus derechos quieren oponerse o formular alegaciones lo puedan hacer libremente. La ocultación reiterada de información conduce a pensar que algo se quiere escamotear.
En todos los procesos, industriales o no, al final se generan desechos que nadie quiere, pero que es necesario desembarazarse de ellos. Si se trata de una carpintería serán serrín y virutas; caso de una depuradora (EDAR) serán líquidos y fangos que nadie sabe dónde echarlos porque suelen estar contaminados de metales pesados venenosos para las plantas y animales; si de granjas de vacuno o porcino se trata los residuos también son un problema, pero sí que podrían compostarse para utilizarlos como abono orgánico porque no están contaminados con metales pesados. Por cierto, y haciendo un inciso, la empresa Biomargas dice en sus publicaciones en Internet que vienen a solucionarnos el grave problema planteado por las numerosas macrogranjas que existen en la zona, no sé de donde han sacado esa información porque que yo sepa solo hay una granja de porcino en Cabra y en muchos kilómetros a la redonda no conozco ninguna, es decir, que vienen de salvapatrias, y yo les digo lo que probablemente va a ocurrir: cuando la planta de metano esté en funcionamiento se instalarán en la comarca numerosas macrogranjas porque tendrán solucionado el problema de los residuos (purines). Lo digo porque ya ha pasado en otros lugares.
Volviendo al hilo anterior, las plantas de biogás solucionan a otros el problema de qué hacer con los residuos, pero al final ellas también producen residuos muy mal olientes llamados digestatos que tendrán que acumular en algún lugar. Por ejemplo, en la planta de Campillos (Málaga) durante un tiempo los digestatos se usaron para fabricar compost y abonos orgánicos, aunque ya han dejado de hacerlo, nosotros observamos que los terrenos de alrededor habían estado encharcados con el digestato de la planta y que luego fueron arados para enterrarlo lo cual no estaría mal si los insumos pestilentes que ingresan en la planta no fueran los fangos de depuradoras de ciudades como está previsto que ocurra en el proyecto de la futura planta de Menjíbar. Sabemos que en Ólvega (Soria) los vecinos están protestando por los vertidos de la planta en suelos de cultivo y a esas protestas se han unido los vecinos del término municipal de Noviescas adyacente al de Ólvega. En fin, estos inventos del biogás no resuelven el problema de los residuos, lo que realmente hacen es alargar el proceso como si a nuestro tubo digestivo se le pudieran añadir unos cuantos metros más de intestino, pero al final saldría por el trasero lo que todos sabemos.
Veo que en muchos pueblos de España la gente se alza contra estos proyectos porque afectan a sus vidas diarias, veo que las autoridades gobernantes a todos los niveles, que los ciudadanos hemos votado con la idea de que trabajen en beneficio del Pueblo, están empeñadas en metérnosla doblada persiguiendo intereses claramente dictados por la fatídica Agenda 2030 porque todo este fastidio de los instalaciones solares (eriales solares o desiertos solares) que arrasan la agricultura y a los agricultores y el invento de las plantas de biogás no son más que derivadas de las imposiciones de las oligarquías multimillonarias globalistas que dictaron la puñetera Agenda 2030.
Veo que en muchos lugares la gente, el Pueblo, se está despertando y comienza a reaccionar ante estos asuntos, pero otros muchos parecen estar narcotizados y solo se darán cuenta cuando todo esté hecho y ya no haya solución porque ahora, todavía, podemos parar esta marea de falta de sentido común. Por eso vuelvo a gritar: ¡QUÉ NADIE DUERMA!
¡NESSUN DORMA!














