La egabrense Carmen Calvo Poyato, actual vicepresidenta del gobierno en funciones hasta ver cómo queda conformado el nuevo hemiciclo tras las elecciones generales celebradas el pasado domingo, ha visitado en la mañana de hoy el consistorio egabrense en un acto en el que ha estado acompañada de gran parte de la corporación municipal y de la subdelegada del gobierno en la provincia, Rafaela Valenzuela.
Calvo era recibida en la Plaza de España por el alcalde, Fernando Priego, antes de acceder al ayuntamiento, donde la esperaban apostados en las puertas del Salón de Plenos todos los miembros de la corporación municipal que han podido asistir a este acto, histórico en la ciudad al tratarse de la primera vez que una egabrense visita el consistorio de forma oficial ostentando tal cargo.
Ya situados en sus correspondientes asientos dentro del Salón de Plenos, era Fernando Priego el que tomaba la palabra para hacer su descripción personalísima de la vicepresidenta del gobierno recordando además “la buena sintonía que viene existiendo entre el ayuntamiento de Cabra y el gobierno central, ya que en la anterior legislatura se comprometieron para la ciudad cerca de diez millones de euros, cinco pertenecientes a la Comunidad Europea a través de los fondos EDUSI, y otros cinco venidos directamente desde el gobierno central para la consolidación de la muralla de la vida, la integración medioambiental del río Cabra en la ciudad, cuyas obras esperamos comenzar en breve, y diversos planes de empleo”.
Por su parte, Calvo señalaba que realmente nunca se ha ido de Cabra y por ello, a su entender, su visita no era protocolaria, sino una visita “natural al ayuntamiento de la ciudad de la que me siento parte. Es cierto que por mis obligaciones dentro del gobierno no resido habitualmente aquí pero nunca me he ido de aquí porque como todos sabéis, tengo mi casa en mi barrio del Cerro y además he tratado siempre que mi hija se sienta de aquí y mis nietos también”. En tono distendido, aseguraba que la frase favorita de sus nietos es “a Madrid no”, algo de lo que se siente orgullosa porque “si bien siempre ha parecido que los listos eran los que vivían en la capital, la vida en los pueblos y las pequeñas ciudades es más plena, por las facilidades que se tienen para desplazarse, para ir a comprar el pan o en el caso de los niños, para tomar un helado o jugar en cualquier plaza”.
Calvo recordaba que para ella “Cabra es además un lugar ideal para la desconexión, por lo que mucha gente me envidia más el ser de aquí y tener esta ciudad, auténtico centro neurálgico y geográfico de Andalucía, que el hecho de ostentar un cargo representativo de importancia. Venir a Cabra y poder pasear por la Vía Verde o respirar el aire de La Nava no es algo que muchos tengan la suerte de poder hacer, y esto es algo que nunca he olvidado porque como he dicho anteriormente, nunca me he ido de mi ciudad y me encanta volver cada vez que puedo y saludar a la gente porque al final, aquí nos conocemos todos”. Además, instaba a las elecciones que deben celebrarse a finales del presente mes para, una vez formado el nuevo consistorio, retomar los compromisos que el gobierno central tiene con la ciudad.
Para finalizar el acto, Fernando Priego le ha impuesto la medalla de la ciudad a Carmen Calvo, que cerraba su visita firmando en el libro del ayuntamiento a través de una dedicatoria a la ciudad en la que ha expresado de una forma ciertamente poética los sentimientos que le provocan su ciudad de nacimiento y en la que ha crecido y se ha educado.