La Guardia Civil, en el marco de segunda fase de la operación GARAND, ha intervenido uno de los mayores arsenales de armas y municiones detectados en España. Se ha detenido a un vecino de la localidad de A Coruña al que se le imputan los delitos de tenencia y tráfico de armas, depósito de armas de guerra, depósito de municiones y otro de falsedad documental.
En los registros practicados (2 en A Coruña y 1 en Lugo donde tenía una segunda residencia) se han intervenido 110 armas de fuego, entre ellas 30 fusiles de asalto, 18 subfusiles, 47 pistolas, 12 rifles y carabinas, 3 revólveres; así como 10 silenciadores; 5 kilos de pólvora, más de 130.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres, piezas fundamentales para rehabilitar las armas, abundante documentación y equipos informáticos que se van a analizar.
La operación ha sido desarrollada por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, con el apoyo de la Unidad Central 3 de la Jefatura de Información y de los Grupos de Información de las Comandancias de A Coruña y Lugo. Se inició tras la detención en mayo de 2014 de un vecino de la localidad cordobesa de La Carlota por los delitos de tráfico y tenencia ilícita de armas. Tras analizar las pruebas obtenidas en aquel momento se comprobó que estaba relacionado con el ahora detenido, un vecino de la localidad de A Coruña que se dedicaba a la adquisición de piezas y de armas de fuego inutilizadas, muchas de ellas de guerra (fusiles de asalto y subfusiles), que posteriormente manipulaba para ponerlas de nuevo en condiciones de disparar y efectuar fuego real.
Adquiría armas por Internet que introducía de forma ilegal en España
La mayor parte de la mercancía la adquiría a través de Internet, procedente de distintos países, y las introducía ilegalmente en territorio nacional mediante paquetería postal. Estas armas, al no estar registradas en las bases de datos nacionales, podía desviarlas al mercado ilegal con total impunidad.
El detenido tenía instalado en Lugo, en una casa de su propiedad, un taller clandestino, con la maquinaría y herramientas necesarias para realizar la alteración, reparación y puesta en funcionamiento de las armas.
Dada la condición original de armas de guerra de muchas de ellas, tanto por su calibre como por su capacidad para hacer fuego automático (ametrallador), la rehabilitación de este tipo de armas y su comercio ilegal suponen un riesgo máximo para la seguridad ciudadana.
La Guardia Civil clasificará y estudiará las armas y demás elementos para determinar si han sido utilizadas en hechos delictivos pendientes de resolver y establecer su trazabilidad con el fin de establecer su posible relación con otros delitos de tráfico ilícito y la proliferación de armas ilegales, tanto a nivel nacional como internacional.
La operación, se ha realizado en el marco del Plan Integral para el Control de las Armas de Fuego (PICAF), que desarrolla la Guardia Civil.