La Diputación y la CHG tratarán de desarrollar un sistema de detección y evolución del mejillón cebra en el bajo Genil

Redaccion

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La Diputación de Córdoba y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir han rubricado un convenio de colaboración para el desarrollo de un sistema de alerta, detección precoz y evolución de la especie invasora ‘Dreissena Polymorpha’, mejillón cebra, en el bajo Genil, en los embalses próximos y en diversas infraestructuras hidráulicas.

La presidenta de la Diputación de Córdoba, María Luisa Ceballos, ha destacado que “la firma de este convenio se debe a que en los últimos años viene detectándose en la cuenca del Guadalquivir una creciente presencia de la especie invasora “DreissenaPolymorpha”, el conocido como mejillón cebra, convirtiéndose en una especie de indiscutible peligro para las infraestructuras de suministro de agua”.

Además, Ceballos ha explicado que “este acuerdo tendrá una especial importancia para EMPROACSA; supone un estándar de calidad el hecho de que la Confederación Hidrográfica consiga la firma aportando los medios técnicos y humanos con una empresa de la Diputación de Córdoba. Una empresa que trabaja por la calidad total, por lo que trabajaremos con la Confederación en todo lo que supone la investigación del mejillón cebra, uno de los grandes problemas que tenemos en todas las cuencas y canalizaciones de los embalses”.

En este sentido, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Manuel Romero, ha destacado que es una satisfacción la firma con la institución provincial y ha asegurado que “el mejillón cebra se ha localizado en uno de los embalses más importantes de la cuenca del Guadalquivir, el de Iznájar. Se trata de una especie invasora por lo que hemos decidido firmar este convenio, para tres años, con una dotación presupuestaria total de 160.000 euros, para estudiar, localizar y hacer una campaña de divulgación para hacer prácticas que no contribuyan a la proliferación de esta especie, que lo que hace es obstruir los sistemas de riego y canales de agua y mermar la calidad de la misma”.

Del mismo modo, desde la Confederación se considera prioritaria “la realización de acciones para el control de dicha especie, dado que su invasión puede dar lugar a nefastas consecuencias de carácter ambiental y económico. En ese sentido, en el año 2012, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se puso en contacto con EMPROACSA para advertir de la posible presencia de dicha especie en el embalse de Iznájar, con objeto de preservar la captación y suministro de agua potable en el sur de la provincia de Córdoba”.

Para la consecución y la puesta en marcha de este convenio se establecerán puntos de control de la especie; análisis físico-químico y biológico; y caracterización térmica de los embalses, un estudio de la Termoclima. Así, y con la intención de tener una acción de mayor extensión territorial, se pondrán en marcha las acciones en el bajo Genil, tramo comprendido desde el Embalse de Iznájar hasta la desembocadura en el Guadalquivir; y embalses donde EMPROACSA capta agua, es decir, en Iznájar, Martín Gonzalo, Sierra Boyera y Puente Nuevo.

Además, se desarrollará en los embalses próximos como los de Malpasillo, Cordobilla, EL Judío, Peñaflor, Vadomojón, Guadalnuño, Retortillo, Bembézar, Derivación de El Retortillo, Derivación de Bembézar, José Torán, La Breña II, Arenoso, San Rafael de Navallana, Guadalmellato y víboras; además de en el Canal Genil-Cabra y del Bajo-Guadalquivir.

En este sentido, la Confederación aportará las instalaciones para el desarrollo de las acciones de estudio y seguimiento y los recursos humanos y técnicos; por su parte, la Diputación de Córdoba aportará los laboratorios de que dispone en Córdoba; uno específico para el control del mejillón cebra, uno físico-químico, microbiológico, cromatográfico, de absorción atómica y de aguas residuales, además de contribuir con personal y recursos técnicos para el análisis y el seguimiento en los laboratorios.

Ceballos ha destacado que, además de los grandes inconvenientes que causa este espécimen a nivel ecológico, “hay que tener en cuenta las consecuencias que pueden traer ya que afecta gravemente a las infraestructuras de los sistemas de abastecimiento y riego, que se obstruyen debido a su rápida proliferación”.

En este marco, la pasada semana, el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Rafael Álvarez, acompañado por el presidente de Emproacsa y vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, visitaron el Laboratorio de Control de Calidad de Aguas de Córdoba para comprobar los avances del proyecto.

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