Juan José Carvajal unió Sevilla con Cabra y, con ello, completó su reto. Un reto que comenzó en 2006, cuando unió Jaén con Cabra, que no gozó de continuidad durante un tiempo pero que volvió en fuerza en 2013, cuando Juan José Carvajal unió Córdoba con Cabra para no volver a parar y, de forma ininterrumpida, seguir uniendo capitales andaluzas con nuestra ciudad hasta terminar, en el día de hoy, con el último de sus recorridos.
Carvajal partía a las 06.00 horas del viernes hacia Sevilla para poner rumbo a Cabra desde el Parlamento de Andalucía, donde fue recibido por el delegado del gobierno en un acto en el que le entregó la bandera de Andalucía y le deseó “mucho ánimo y para fuerza” para volver hasta Cabra. No fue el único recibimiento oficial que recibió antes de llegar a Cabra, ya que al pasar por Mairena del Alcor, ciudad de origen de dicho delegado, le sorprendieron “el alcalde y los concejales de esta ciudad, que me entregaron, junto a una representación de la Asociación Española Contra el Cáncer, una pulsera de dicha asociación, y una camiseta conmemorativa”, antes de seguir por unas veredas donde los girasoles flanquearon un camino “que esperaba cortado por algunas partes pero fue todo lo contrario, lo que me fue bastante favorable porque ese terreno es bastante mejor que es asfalto”.
Desde la salida hasta Marchena, unos 60 kilómetros, Juan Carvajal vino acompañado “de un amigo que conocí hace años aquí en Cabra porque trabajaba en el hospital”, y sobre las 18.00 horas de la tarde emprendió camino hasta Lantejuela, donde le acompañaron unas condiciones climatológicas “caracterizadas por el fresquito y un poco de viento”, lo que fue “bastante favorable” hasta su llegada a El Rubio, “donde ya se me hizo de noche, noche que aproveché para seguir unas veces corriendo y otras andando rápido hasta pasar por Marinaleda, Matarredonda y Herrera, hasta llegar a Puente Genil sobre las 06.00 horas de la mañana”.
Allí, tuvo que parar “sobre una media hora para no llegar demasiado pronto a Cabra, y con todo, tuve que venir regulando mucho la marcha por toda la Vía Verde, donde empecé a ver gente que había venido a recibirme como Javier Ariza o Francisco Javier Pavón, así como otras personas que quisieron acompañarme en los últimos kilómetros del reto, como por ejemplo los chicos del Club Atletismo Egabrense”. Tras unos 160 kilómetros, y “bajo las banderas de Cabra y Andalucía” (comenta entre risas que la de Cabra se la dejó el alcalde y no sabe si la tendrá que devolver) llegaba a las 12.00 horas a la terraza del bar Juanito, donde un año más, sus familiares y amigos más allegados le esperaban para recibirle con los brazos abiertos y darle la enhorabuena por haber completado “una locura más”, como nos decía el día antes de iniciar su reto, y todo ello antes de departir durante toda la tarde en un clima cargado de solidaridad en una doble vía: la de sus patrocinadores hacia él de cara a organizar el reto, y la suya hacia la Asociación Egabrense Contra el Cáncer, destinataria de toda la recaudación conseguida con el reto de 2019.
Tras dirigirse a los asistentes resumiendo cómo ha discurrido la unión a pie entre Sevilla y Cabra, y agradeciendo a todos los patrocinadores que le han apoyado “haber hecho realidad este reto un año más”, era la presidenta de la Asociación Egabrense Contra el Cáncer la que le entregaba un trofeo para reconocerle el mérito de su reto y agradecerle que este año, la recaudación del reto haya ido a parar a su asociación. No fue la única que tenía obsequios para Carvajal, quien también fue obsequiado por el gerente del Bar Juanito con una medalla, y por su madre, visiblemente emocionada, con una placa.
Por último, quien más se extendió fue el recién renovado concejal de Deportes, Francisco Casas, quien señalaba que “tenemos a Supermán en Cabra, porque el solo hecho de plantearse un reto de este tamaño, es digno de admiración, pero más aún lo es el unir cada una de las capitales de provincia andaluzas a pie y ligado a una causa solidaria, ya que en cada uno de ellos, lo recaudado ha ido a parar a asociaciones, entidades o colectivos que están siempre muy necesitados”. Casas reconoció que “en el tiempo que llevo conociendo a Juan Carvajal, he aprendido que es aún más grande como persona que como deportista” y que otra de las cosas a elogiarle es “que haya hecho miles de kilómetros, que suponen cientos de horas sólo en la parte deportiva, y que todo eso es mucho tiempo que ha quitado a su familia, que te ha apoyado por completo. Es un orgullo para Cabra tener personas como tú”.