Para estos agricultores propietarios de los terrenos dónde se ubicarán estas instalaciones, la posibilidad de dar a sus tierras un uso que trascienda el cultivo es una opción altamente deseable

Del campo al sol: el nuevo huerto solar ofrece una salida a la crisis agrícola de Cabra

Las familias propietarias del suelo donde se proyecta la construcción del futuro huerto solar en Cabra defienden un modelo de convivencia entre los distintos usos del terreno. Desde su perspectiva, se trata de apostar por un campo sostenible y eficiente que representa, además, una oportunidad para hacer frente a la profunda crisis que atraviesa la agricultura local, compatibilizando su transición con la viabilidad del sector.

Según los propietarios de estos cultivos, que llevan mucho tiempo en las familias y cuya gestión diaria recae en ellos con algunas ayudas puntuales de personal temporal, por los elevados costes, es posible decidir el futuro de sus fincas y armonizar la libertad individual con el beneficio colectivo. Y es que la presente propuesta implica el desarrollo para la comunidad al permitir abordar integralmente los desafíos sociales, ambientales y económicos que afronta.

Sus ventajas son manifiestas: desde la mitigación de la dependencia del sector agrícola y la apertura de nuevas oportunidades de crecimiento, hasta la significativa reducción de costes y la optimización de los ahorros energéticos. Sin embargo, esta visión de progreso se enfrenta ahora a una coyuntura crítica que ha derivado en un conflicto de intereses entre vecinos en cuya resolución solo puede mediar el Ayuntamiento, el cual desde el inicio mostró su apoyo al proyecto.

Los propietarios de terrenos dónde se prevén las instalaciones solares instamos a la alcaldía a que impulse el diálogo entre las partes a fin de conjugar las diferentes perspectivas, garantizando su futuro y velando por el bien general.

En estas tierras conviven olivos tradicionales de tres patas —cada vez menos productivos, plantados en extensivo y cuya recolección requiere trabajo manual— con ejemplares jóvenes mucho más productivos, plantados en régimen superintensivo lo que permite el uso de maquinaria en las labores agrícolas. Esta renovación de los árboles, mediante la tala de los antiguos para dar paso a los nuevos, es una práctica común en la mayoría de las explotaciones del municipio.

Al igual que ocurre en el conjunto del sector agrario, que se encuentra claramente en retroceso, el olivar vive una situación especialmente complicada. Un escenario en el que confluyen varios factores según los agricultores afectados como:

• el encarecimiento de los insumos agrícolas
• la creciente competencia de otros países productores, que presiona a la baja los precios de la aceituna
• los recortes en ayudas y subvenciones
• la dificultad para acceder a las inversiones que exige la nueva agricultura impulsada por la Unión Europea
• la escasez de mano de obra
• los efectos del cambio climático —sequías, temperaturas extremas y cambios en los patrones de lluvia— que afectan negativamente tanto a la producción (la cantidad de aceituna recolectada disminuye campaña tras campaña) como a la calidad del aceite y la salud de los olivos.

Este panorama poco esperanzador para las familias que dependen económicamente de este cultivo hace evidente que la instalación fotovoltaica prevista en Cabra constituye una oportunidad para conservar sus propiedades, mejorar su aprovechamiento y explotarlas de manera rentable.

Sus testimonios avalan esta visión:

“Los agricultores de Cabra vivimos con gran preocupación los problemas que afrontamos a diario en nuestro campo. Todos queremos hacerlo económicamente viable. Y sabemos que esto pasa no solo por modernizar la forma de trabajarlo, sino también por explorar nuevas vías para generar ingresos alternativos frente a la agricultura tradicional, como puede ser la cesión de los terrenos para la generación de energía solar. Esto nos permitirá afrontar el futuro con mayor optimismo y confianza en nuestras capacidades”. Declara DH.

“Alquilar nuestras tierras para el huerto es una decisión que hemos meditado largamente. Son muchos los obstáculos que tenemos que salvaguardar en el día a día para poder sacar provecho de los cultivos. Somos conscientes de todas las dificultades que nos encontramos a diario, como la escasez de mano de obra y la falta de relevo generacional. El huerto es una opción de futuro para nuestras tierras y para nosotros que vivimos de ellas. Según GM.

Ante esta situación los propietarios del suelo de Cabra:

• Reivindican su derecho a disponer de sus tierras de la forma que consideren más adecuada para proteger la economía de sus familias, siempre desde el respeto a los valores medioambientales y culturales asociados al sector del olivar, al que también pertenecen desde hace generaciones.
• Defienden que no se puede ignorar la apuesta clara, tanto a nivel nacional como europeo, por las energías renovables como principal fuente de suministro energético, lo que implica necesariamente redefinir la agricultura desde una perspectiva de sostenibilidad racional.
• Lamentan que haya agricultores que no se consideran directamente afectados señalen al sector fotovoltaico como el principal enemigo, mientras desatienden los graves problemas que sufre el campo y que comprometen seriamente su viabilidad económica.

Por todo esto, instamos al alcalde a que atienda a todos los vecinos por igual, intervenga y medie en el conflicto de intereses surgido ante la construcción del huerto, sin dejar de lado los beneficios comunes que la instalación reportaría para la comunidad de Cabra.