El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha destacado hoy en la pedanía de Los Laneros, en Cortes de Baza (Granada), el papel que juegan los jóvenes y las mujeres en el desarrollo rural y a la hora de fijar la población al territorio. Sánchez Haro, que ha subrayado que «nadie disiente del papel fundamental» que tienen estos dos colectivos «en la solución a la problemática de la despoblación», ha mantenido una reunión con agricultores, ganaderos, miembros de la sociedad civil, alcaldes y concejales de la comarca del Altiplano granadino y almeriense organizada por la Fundación Savia.
El titular andaluz de Agricultura ha definido la cuestión demográfica como «un reto importante para este territorio del Altiplano y para el Gobierno de Andalucía», aunque resaltando que la cuestión se puede «convertir en una oportunidad». En este sentido, ha subrayado que, «para este Gobierno, los entornos rurales son entornos de vida, deseables y atractivos, donde entendemos que las personas deben querer vivir».
Con esta perspectiva, «a lo largo de la trayectoria de nuestra autonomía hemos conseguido que las limitaciones del medio rural andaluz no sean la escasez de servicios y equipamientos, porque de forma coherente y sostenible en el tiempo se han venido implementando en estos 30 años». Esto se traduce en servicios sanitarios, educativos y sociales que ayudan a fijar la población al territorio, al no verse en la obligación de irse a otras zonas para disfrutar de los mismos.
Por ello, ahora es tan importante la presencia de mujeres y jóvenes en el entorno rural, para así garantizar su futuro. Con respecto a las primeras, se están poniendo medidas para que «alcancen la representación que les corresponde, por constituir la mitad de la población», con iniciativas por parte de la Consejería de Agricultura como el I Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres en la actividad Agroalimentaria y Pesquera de Andalucía, que incluye cuestiones como criterios de valoración preferentes en las solicitudes de ayudas y «la demanda permanente por avanzar en la mayor representación de las mujeres en los órganos de decisión de las empresas y entidades representativas» del sector.
Por lo que respecta a los jóvenes, Sánchez Haro ha recordado la apuesta para que los jóvenes puedan crear sus propias empresas en el sector agroalimentario. En el Altiplano de Granada son 120 los que tienen aprobadas ayudas por 6,6 millones de euros, «siendo la segunda zona Leader de Andalucía en número de jóvenes y ayudas».
Otra herramienta importante a la que ha hecho mención el consejero ha sido la Ley de Agricultura y Ganadería, especialmente porque, entre otras muchas, recoge medidas para proteger el suelo agrario y también para garantizar la calidad de los productos agroalimentarios.
OCA, GDR y producción ecológica
Igualmente, se ha referido al papel fundamental que juegan las Oficinas Comarcales Agrarias (OCA) y los Grupos de Desarrollo Rural (GDR) en Andalucía, recordando la función que en esta comarca en concreto desempeña el GDR del Altiplano, que de la convocatoria de ayudas de 2017 tiene aprobados 65 proyectos por valor de 933.000 euros y cuenta con casi 1,5 millones de euros para este año. Para todo el período 2014-2020, este GDR tiene cerca de 4,7 millones de euros asignados, de ellos 3,3 millones para los proyectos de desarrollo rural que surjan en su territorio.
Junto a ello, ha incidido en la importancia que en esta comarca tiene la producción ecológica, ya que concentra 72.500 hectáreas y 44 agroindustrias ecológicas. «El 67% de la superficie de frutos secos ecológicos de Granada, el 87% de cereales y el 39% de la cabaña de ovino se encuentran en esta comarca», un reflejo del potencial de Granada en las producciones ecológicas, como demuestra que cuenta con la mayor superficie de cultivo de frutos secos, cereales, viñedo y aromáticas de Andalucía, lo que ha propiciado la creación de 350 actividades industriales en torno estas producciones.
Por todo ello, ha resaltado las muchas fortalezas de esta comarca, un potencial que «hay que saber aprovechar para crear empleo y mejorar la economía» y que cuenta con incentivos a la pequeña empresa familiar, la producción artesanal, la venta directa y el comercio de proximidad. El potencial de la zona atrae asimismo a grandes empresas, que «también tienen una gran capacidad de creación de empleo y riqueza en el medio rural» y que «pueden dirigir sus producciones a la exportación, ganando mayor valor añadido y creando mayor número de puestos de trabajo».
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