Los detenidos colocaron dos artefactos explosivos en un chalet y en una nave industrial, ambas propiedad de una persona vinculada al narcotráfico
Dos de las detenciones se han producido en la localidad de Malmö (Suecia) y una en Marbella (Málaga)
14-diciembre-2018.- Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en colaboración con la policía sueca, han llevado a cabo la denominada operación “Mudhika-Letonia”, deteniendo a tres personas como presuntas responsables de la colocación de dos artefactos explosivos en la provincia de Málaga.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del pasado día 10 de octubre, cuando dos bombas explosionaron en una vivienda ubicada en una urbanización de Benahavís y en una nave industrial en la localidad de San Pedro de Alcántara, produciendo una gran alarma social además de numerosos y cuantiosos daños materiales.
Las explosiones fueron de tal intensidad que se vieron afectadas las cimentaciones de los edificios
El primer artefacto explosivo se produjo en la vivienda de un individuo relacionado con el narcotráfico, donde residía en compañía de su esposa e hijos menores de edad, estando presente en la vivienda en el momento de la explosión, si bien no hubo que lamentar daños personales.
Pocos minutos más tarde y a varios kilómetros de distancia hacía explosión otra bomba que tenía como objetivo una nave industrial dedicada al mantenimiento de vehículos de alta gama, propiedad de este mismo individuo.
Las explosiones fueron de tal intensidad que se vieron afectadas las cimentaciones de los edificios donde se colocaron los explosivos, por lo tuvieron que acudir agentes de los laboratorios de criminalística y desactivación de explosivos (TEDAX).
De igual manera, minutos más tarde fue localizado un vehículo ardiendo en la zona marbellí de Nagüeles, tras su extinción se pudo comprobar que se trataba de un turismo con las placas de matrícula falsas, sustraído hacía varios años en Bélgica, vinculándolo los investigadores a los hechos producidos con anterioridad.
Los autores prendieron fuego al vehículo para borrar cualquier resto que los vincularan con estos hechos
La investigación policial que llevaba la Policía Nacional y la Guardia Civil de manera independiente condujo a una conexión que vinculaba a una importante organización criminal de sicarios a sueldo dedicada a asesinar por encargo que estaría asentada en Suecia con ramificaciones en varios países europeos, incluido España, por lo que los responsables de ambos cuerpos policiales decidieron trabajar conjuntamente para resolver estos hechos.
La investigación determinó que tras colocar la primera bomba en la vivienda y la segunda en la nave industrial, los autores prendieron fuego al vehículo que emplearon en sus desplazamientos al objeto de borrar cualquier resto que los vincularan con estos hechos.
Por tal motivo, a lo largo de la investigación se ha mantenido una fluida y continua comunicación e intercambio de información entre la policía sueca y la española, llegándose a conocer que esta organización estaría detrás de varios episodios violentos cometidos en Suecia en los que emplearon materiales explosivos, al igual que los hechos producidos en la provincia de Málaga.
Los agentes identificaron a varios miembros de esta organización criminal de nacionalidad sueca, todos con edades entre los 20 y 30 años y que numerosas evidencias probarían su participación en las explosiones investigadas.
Dos de los miembros del grupo criminal se encontraban en localidad sueca de Malmö, por lo que se planificó una minuciosa operación policial con los agentes suecos para proceder a sus detenciones, donde participaron agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que se desplazaron al país escandinavo donde esta red criminal tenía fijado su centro de operaciones.
Paralela y coordinadamente se procedió a la detención de un tercer individuo miembro de la organización en la localidad de Marbella.
En los cuatro registros domiciliarios realizado (tres en Suecia y uno en España), se han intervenido multitud de efectos relacionados con la labor criminal que ejercían esta red, tales como chalecos antibalas o chalecos antiexplosivos.
Con estas detenciones se ha esclarecido en su totalidad la investigación sobre la colocación de los artefactos explosivos, desarticulándose la red de sicarios que los había planificado y ejecutado, materializando para ello tres Ordenes Europeas de Detención contra estas personas.
A los detenidos se les ha imputado los delitos de tenencia ilícita de explosivos, homicidio, pertenencia a organización criminal, daños y falsificación de documento público.