La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Córdoba ha lanzado una dura crítica contra el reciente acuerdo alcanzado entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EE. UU.), calificándolo de una cesión unilateral de Bruselas que margina y perjudica gravemente al sector agrícola del continente. En una nota de prensa emitida hoy, 24 de agosto de 2025, la organización agraria ha denunciado que la declaración conjunta resultante de las negociaciones no solo no aporta ningún beneficio a la agricultura de la UE, sino que, por el contrario, representa un «nuevo ataque al campo europeo, español, andaluz y cordobés».
Este nuevo varapalo, según ASAJA, se suma a una serie de «despropósitos» que afectan al sector, como la propuesta de la nueva Política Agrícola Común (PAC), el acuerdo con Mercosur, y la imposición de aranceles a fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia. La organización no ha dudado en señalar directamente a los máximos responsables de la Comisión Europea y a sus apoyos políticos.
La Promesa Incumplida: del «Cero por Cero» al Arancel del 15%
El malestar en el sector agrícola es profundo, y se fundamenta en la diferencia abismal entre las expectativas generadas y el resultado tangible del acuerdo. Según recuerda la nota de prensa de ASAJA, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había realizado declaraciones públicas en Escocia sobre la posibilidad de alcanzar acuerdos arancelarios de la modalidad «cero por cero» para productos agrícolas específicos. La «expectativa mínima» del sector y de las partes interesadas de la UE y EE. UU. era, al menos, una rebaja en los aranceles que afectan al vino y las bebidas espirituosas.
Sin embargo, la realidad recogida en la declaración conjunta es devastadora para los productores europeos. Lejos de obtener medidas de alivio, el acuerdo ha concedido un «mejor acceso al mercado» a productos agroalimentarios estadounidenses, con el ejemplo claro de la almendra. En un giro que ASAJA califica de «unilateral», los productores de la UE se encuentran ahora enfrentando aranceles más elevados, que han ascendido hasta el 15% sobre exportaciones clave.
«Este resultado unilateral no solo es injustificado, sino que perjudica gravemente a un sector que ya se encuentra bajo presión debido al aumento de los costes, las restricciones normativas y la creciente competencia mundial,» afirma la nota de prensa de la organización agraria cordobesa.
Un Error Estratégico que Perjudica a Córdoba
Para la provincia de Córdoba, este acuerdo se perfila como especialmente perjudicial, impactando directamente en algunas de sus producciones más representativas y con mayor vocación exportadora. ASAJA subraya que la medida afectará de manera directa al aceite de oliva, la almendra, los vinos y ciertas producciones cárnicas.
La denuncia central se basa en la falta de reciprocidad. La práctica impuesta por Bruselas exige a la agricultura de la UE «aceptar condiciones comerciales más desfavorables», mientras que los Estados Unidos capitalizan «nuevas ventajas».
«Esto no es reciprocidad, es un error estratégico que perjudica a los propios agricultores, cooperativas agrícolas y economías rurales de la UE,» sentencian desde la organización agraria.
Este panorama se agrava al considerar la situación de otros países competidores. Mientras los productores europeos afrontan un arancel del 15%, naciones como Australia y Argentina seguirán beneficiándose de aranceles significativamente más bajos, en el entorno del 10%. Esta diferencia sitúa a la UE en «una situación aún más desfavorable en un mercado clave,» con especial incidencia en los sectores del vino y cárnico.
Exigencias Urgentes y Cláusulas Espejo
Ante el impacto negativo, ASAJA y el COPA-COGECA han elevado peticiones urgentes a la Comisión Europea. La principal exigencia es que Bruselas «siga negociando con los Estados Unidos la reducción de los aranceles sobre las principales exportaciones agrícolas». Además, se pide la publicación inmediata de una evaluación del impacto del acuerdo en el sector agrícola de la UE, que debe incluir un «análisis detallado de los efectos de sustitución».
Otra línea de preocupación se centra en la coherencia normativa. Se ha solicitado a la Comisión que aclare los ajustes previstos en el Reglamento sobre la deforestación y en las directivas sobre sostenibilidad, y cómo afectarán a los productores europeos. En este sentido, ASAJA es contundente: cualquier flexibilidad concedida a EE. UU. en materia de normas sanitarias, fitosanitarias o de certificación «no debe ir en detrimento de las normas de producción de la UE ni de los agricultores».
«Asaja exigimos cláusulas espejo,» declara la asociación, buscando garantizar que los productos importados de EE. UU. cumplan los mismos estándares de producción que se imponen a los agricultores europeos.
La Culpabilidad Política y la Tendencia Preocupante
La organización agraria no solo se limita a criticar el acuerdo, sino que personaliza la responsabilidad. Señalan que los responsables de este «permanente y continuo ataque al campo europeo» son los partidos políticos que apoyan a la presidenta Von der Leyen y a la vicepresidenta Teresa Ribera, así como a los eurodiputados que «votan siempre a favor de sus propuestas» y las han puesto al frente de la Comisión.
Este acuerdo, según ASAJA, no es un hecho aislado, sino que «confirma una tendencia preocupante en la política que ha implantado Von der Leyen y el conjunto de la Comisión Europea». La agricultura está siendo «sistemáticamente relegada a un segundo plano en las negociaciones comerciales de la UE».
Desde ASAJA se exige a la Comisión que justifique cómo este resultado se alinea con sus objetivos declarados sobre el «papel estratégico» del sector para Europa, la resiliencia rural y el comercio justo. Además, se les conmina a exponer las «medidas inmediatas» que piensan adoptar para «mitigar el impacto negativo» de este acuerdo que, a juicio de los agricultores, ha sacrificado los intereses del campo europeo en aras de otros equilibrios comerciales.














