El Hospital Reina Sofía ha realizado un total de 138 trasplantes de órganos y tejidos durante el primer semestre del año gracias a la generosidad de la ciudadanía ya que en ocho de cada diez personas fallecidas se aceptó la donación, lo que permitió que se registraran 25 donaciones, 4 de ellas en asistolia tipo III. De estas 138 operaciones realizadas, 70 correspondieron a trasplantes de órganos sólidos y 68 a injertos de tejidos.
En concreto, dentro de los trasplantes de órganos se realizaron 27 renales, dos de ellos combinados con páncreas y dos realizados a partir de donantes vivos; 22 de hígado de los que dos fueron infantiles; 15 pulmonares de los que seis han sido bipulmonares y nueve unipulmonares. Por su parte, en cuanto a los trasplantes de tejidos se realizaron 25 de progenitores hematopoyéticos y 23 de córneas. A estas últimas hay que sumar los 43 injertos realizados en la Clínica La Arruzafa.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha realizado en la mañana de hoy balance de las actuaciones realizadas en materia de trasplantes en los hospitales públicos andaluces. En el conjunto de Andalucía se han realizado 358 trasplantes de órganos durante el primer semestre de 2014 gracias a las 153 donaciones registradas, con lo que Andalucía continúa registrando de las mejores tasas del mundo en este ámbito.
Sánchez Rubio ha destacado que ambos parámetros, tanto la cifra de donaciones como la de trasplantes han subido en relación al mismo periodo del año pasado, cuando se produjeron 151 donaciones y 353 trasplantes, lo que constituye todo un hito considerando los buenos datos de partida.
Asimismo, ha agradecido especialmente la generosidad de los donantes y sus familiares, así como el buen hacer de los profesionales sanitarios que participan en el proceso de donación y trasplantes en Andalucía. Además ha valorado el papel que desempeñan todas aquellas personas y entidades que intervienen en dicho proceso, como las asociaciones de pacientes trasplantados y los medios de comunicación.
La titular de Salud ha indicado que la tasa de donación en Andalucía se sitúa en 36,2 donantes por millón de población, similar a las obtenidas en los tres últimos años, el doble de la media de los países de la Unión Europea (de 18 donantes por millón de población), superior a la de EEUU (25,8), y ligeramente superior a la media española (35,1 donantes por millón de habitantes).
La consejera, que ha estado acompañada durante la rueda de prensa por el coordinador autonómico de trasplantes de Andalucía, Manuel Alonso, y por el coordinador sectorial de trasplantes de Granada-Jaén, José Miguel Pérez Villares, ha precisado que de los 358 trasplantes de órganos de enero a junio de 2014, un total de 227 han sido renales (34 de ellos de donante vivo), 93 de hígado, 16 de corazón, 15 de pulmón y 7 de páncreas. Entre ellos, ha destacado los trasplantes infantiles, que han sido concretamente cuatro renales (dos de ellos de donante vivo) y dos hepáticos. Por otro lado, más de 1000 pacientes han recibido implantes de distintos tejidos (córneas, válvulas cardíacas, tejido óseo, segmentos vasculares, etc.).
Más de 13.800 trasplantes realizados en Andalucía
Desde que en 1978 comenzara el programa de trasplantes en Andalucía, los profesionales del sistema sanitario público andaluz han realizado un total de 13.806 trasplantes de órganos sólidos y más de 35.000 implantes de distintos tejidos.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha subrayado la importancia de seguir estimulando la donación para concienciar a la ciudadanía de que nuestros órganos pueden seguir dando vida y ayudando a personas con una necesidad vital de ellos. En este sentido, ha hecho referencia al nivel de aceptación de la donación, que se sitúa en un 82%, es decir, que ocho de cada diez personas que fallecen o sus familiares accede a donar sus órganos, cuando hace dos décadas sólo seis de cada diez familias aceptaba.
Asimismo, la consejera se ha referido a la modalidad de donación en asistolia, también conocida como donación a corazón parado y a su importancia para la sostenibilidad del programa de donaciones y trasplantes. En esta línea, ha señalado que Andalucía “se ha anticipado al descenso de los fallecidos en muerte encefálica que intuíamos hace unos años y, con el desarrollo de la donación en asistolia, estamos contribuyendo a la sostenibilidad del programa de donación y trasplantes”.
De hecho, en lo que va de año se ha producido en España un incremento de la donación en asistolia que alcanza ya el 12% de todos los donantes en el primer semestre de 2014. En Andalucía este aumento de la donación en asistolia es superior y representa ya en el primer semestre de este año un porcentaje del 19% –29 de las 153 donaciones del primer semestre han sido de esta modalidad–.
Los donantes en asistolia, o también llamados donantes a corazón parado, son donantes diagnosticados de muerte por el cese irreversible del latido cardiaco, a pesar de los esfuerzos sanitarios por reanimarlo. Frente al donante más habitual, que se encuentra ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos y fallece como consecuencia de una hemorragia cerebral o de un traumatismo craneoencefálico, por el cese completo de la actividad cerebral –lo que se conoce con el nombre de muerte encefálica–, el donante en asistolia fallece como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, por el cese irreversible del latido cardiaco.
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) aspira a lograr aumentar la donación en asistolia hasta el 30% del total de donaciones que se hacen en nuestro país en los próximos años. Según los expertos, la asistolia es la mejor vía de crecimiento de la donación en parada cardiaca.
Para seguir dando respuesta a las personas en lista de espera para trasplantes, y teniendo en cuenta, por una parte, los avances de los medios técnicos y que la actualización de normativa actual confieren un marco jurídico seguro a los profesionales y, por otra, el previsible y progresivo descenso del número de personas que fallecen en muerte encefálica, a partir del año 2008 y desde la Coordinación Autonómica de Trasplantes se impulsó el desarrollo de esta compleja modalidad de donación de órganos y tejidos.
Los dos tipos de donantes en asistolia más habituales son los de tipo II y III. La donación en asistolia tipo II es también denominada “no controlada”, y es aquella en la que una persona sufre una parada cardiorrespiratoria irreversible, en la calle, en el trabajo, en su casa, etc. y en la que fracasan todas las maniobras de reanimación y el esfuerzo del personal sanitario para conseguir restablecer sus funciones circulatoria y respiratoria. Con estos donantes el tiempo para efectuar la donación y el trasplante es muy limitado, ya que al pararse el corazón y dejar de bombear sangre, el oxígeno ya no llega al resto de órganos (es lo que se denomina técnicamente “tiempo de isquemia”), reduciendo la viabilidad y la validez de los órganos. De ahí la importancia de una respuesta rápida y coordinada de todos los profesionales implicados en el proceso de la donación, así como de la pronta autorización de la familia. Está modalidad está siendo desarrollada actualmente en los hospitales Virgen de l
as Nieves de Granada y Virgen del Rocío de Sevilla.
Por otro lado, está el donante en asistolia tipo III, también denominada “controlada”. En este tipo de casos, los donantes son pacientes con daño neurológico irreversible, en situación terminal y que requieren de medidas de soporte vital. En el caso de que los familiares decidan retirar las medidas de soporte vital, dada las constatación de que la persona se encuentra en un estado irrecuperable, o bien que el paciente haya dejado constancia de su rechazo a este tipo de medidas en su testamento de voluntad vital anticipada, si el paciente cumple los requisitos para la donación y la familia así lo desea, y una vez constatado el cese irreversible de la función cardiorrespiratoria, se llevan a cabo los pasos necesarios para la donación, de acuerdo a la legislación vigente.
La limitación del soporte vital es una decisión que el equipo clínico, con el consentimiento de la familia, toma por consenso cuando se llega a un punto en que cualquier tratamiento adicional se considera inútil, de acuerdo con las Recomendaciones de los Cuidados al final de la vida de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
En España todos los días fallecen personas tras una limitación de tratamiento de soporte vital. Hasta hace poco, estas personas no podían ser donantes, aunque quisiesen, ya que no existían programas de actuación específicos que permitiesen esta opción, al contrario de lo que sucede en otros países de nuestro entorno como Reino Unido, Holanda, Bélgica, Canadá, EEUU o Australia, donde este tipo de donación está muy desarrollado desde hace tiempo.
Los hospitales públicos andaluces de Puerto Real (Cádiz), Hospital Torrecárdenas de Almería, Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, Hospital Regional de Málaga, Hospital de la Merced de Osuna, Hospital Puerta del Mar de Cádiz, Hospital Reina Sofía de Córdoba, Hospital Virgen de las Nieves, Hospital Virgen Macarena de Sevilla han tenido ya donantes de esta modalidad.
Perfil de los donantes
El cambio de perfil de las personas donantes, cada vez de más edad, supone un reto para la actividad de los equipos de trasplantes. La edad de los donantes ha pasado de ser de 35 años en 1991 a aproximadamente 60 en los últimos años. Es un cambio motivado por la disminución de los donantes fallecidos a consecuencia de traumatismos craneoencefálicos (por accidentes de tráfico) y a la disminución de accidentes vasculares (gracias a un mejor control de la hipertensión arterial).
De esta manera, hace 20 años el porcentaje de donantes que tenían menos de 30 años representaban un 45% del total, y en el primer semestre de 2014 sólo significan ya el 4%. Frente al dato de 1993, cuando sólo el 6% de los donantes de órganos tenía 60 o más años, actualmente estos donantes significan el entre el 50 y el 60 %.
En este sentido, el sistema sanitario continúa trabajando y adaptándose a las nuevas circunstancias de la donación, como es este acusado cambio de perfil de las personas donantes, para mantener las cifras de trasplantes. A pesar de los buenos resultados obtenidos en Andalucía, Sánchez Rubio ha manifestado que es necesario seguir concienciando al cada vez más reducido colectivo aún reacio a donar.