Un centenar de personas mayores de la provincia han participado en el Palacio de la Merced en una jornada de información teórica y práctica, sobre la prevención y el tratamiento de este tipo de enfermedades, en el marco de la jornada de puertas abiertas del XXX Congreso Andaluz de Angiología y Cirugía Vascular, que, desde hoy y hasta el sábado, reúne en Córdoba a más de 60 especialistas para abordar las últimas novedades en torno de a la patología vascular periférica.
La vicepresidenta segunda de la Diputación de Córdoba, María Jesús Botella, ha dado la bienvenida a los asistentes, y ha señalado que “nos habían pedido que les cediesemos el Salón de Actos, porque querían hacer algo más. Es decir, hacer un congreso para divulgar e informar a las personas mayores de una serie de hábitos de vida saludable que pueden servir para prevenir el tipo de enfermedades y dolencias que ellos tratan”.
El presidente de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular, Manuel Rodríguez, ha señalado que “nuestra especialidad se enfoca principalmente hacia las personas mayores. El 90% de nuestros pacientes son personas mayores, y necesitan muchos cuidados. Ellos deben tener unos conocimientos básicos de hábitos de vida que son fundamentales para la prevención de dolencias como la arterioesclerosis”.
Según los datos ofrecidos por los organizadores, actualmente, casi el 50% de la población mayor de 50 años padece una enfermedad vascular periférica, y la gran mayoría lo desconoce o lo minusvalora, dado que los síntomas de estas enfermedades en muchas ocasiones no se manifiestan de forma evidente. En los últimos años el aumento de la esperanza de vida, el tabaquismo y una alimentación deficiente, están provocando que cada vez sean más jóvenes las personas afectadas por esta patología.
Durante el encuentro, el doctor Rafael Peñafiel, especialista de Angiología y Cirugía Vascular, ha ofrecido una breve ponencia titulada la ‘Enfermedad vascular periférica y envejecimiento activo. ¿Vida a los años o años a la vida?’, en la que ha explicado los riesgos de padecer este tipo de enfermedad y qué hábitos han de seguir las personas de edad más avanzada para mejorar su calidad de vida.
“El tabaco y el sedentarismo son algunos de los factores que más inciden en una persona para padecer una enfermedad vascular periférica, así como el control de la patología asociada especialmente, como puede ser la diabetes, la hipertensión o cifras elevadas de colesterol y triglicéridos, así como la obesidad”, ha apuntado Peñafiel.
Tras la disertación del Dr. Peñafiel, los asistentes del encuentro han disfrutado de un desayuno saludable, que ha consistido en café con leche, pan y aceite de oliva, con el fin de fomentar una alimentación adecuada en este sector de la población.
Prevalencia de la patología vascular periférica
Las enfermedades del aparato circulatorio representan ya la principal causa de muerte en nuestro país en ambos sexos, especialmente en los procesos cardíacos y cerebrales. Pero con frecuencia, la vasculopatía periférica, junto al hecho de causar la pérdida de la vida, como ocurre con la ruptura de los aneurismas aórticos y otros procesos, generan una problemática asociada como puede ser la pérdida de la integridad física por las amputaciones de los miembros inferiores y la mala calidad de vida tras episodios de Ictus o trombosis venosas, sin entrar en el elevado costo económico y social que genera el manejo y el tratamiento de estas situaciones.
Los estudios señalan que la Enfermedad Arterial Periférica (EAP) es la patología vascular que mayor prevalencia presenta entre la población, entre el 5% y el 10%, dependiendo de la edad, sexo y métodos diagnósticos utilizados. El porcentaje, no obstante, se dispara en grupos de población específicos (con factores de riesgo –consumo de tabaco, alcohol, antecedentes-, diabéticos, con cardiopatías o enfermedad cerebrovascular), donde llega a ser del 50%. Según los expertos, el 20% de las personas con EAP está sin diagnosticar debido, sobre todo, a que se presenta de forma asintomática o sus síntomas son considerados menores.
La patología venosa, sin que se minusvalore su gravedad en los procesos oclusivos como la enfermedad tromboembólica venosa y el embolismo pulmonar, es la patología más frecuente. Las características del ser humano y su bipedestación prolongada, así como los embarazos en la mujer y el sedentarismo favorecen la aparición de esta enfermedad.
Los especialistas advierten que deben utilizarse con precisión los términos de “varices” e “insuficiencia venosa crónica”, para evitar generar confusión entre la población, sabiendo diferenciar la enfermedad y sus grados de la problemática estética.