La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha firmado el decreto de disolución del Parlamento de Andalucía y ha anunciado la convocatoria de elecciones para el próximo 22 de marzo para «dar la palabra a los andaluces» y que sean ellos los que decidan «el futuro de nuestra tierra».
Susana Díaz ha comparecido en rueda de prensa al término del Consejo de Gobierno, en el que ha informado de su decisión, de acuerdo con el artículo 127.1 del Estatuto de Autonomía para Andalucía, para explicar que esta convocatoria electoral va a «fortalecer e impulsar» el proceso de cambio que se abrió en Andalucía cuando fue investida presidenta de la Junta, en septiembre de 2013.
La presidenta ha defendido que la «piedra angular» de la democracia es precisamente que «los ciudadanos decidan con su voto quién y cómo debe gobernarlos».
Díaz se ha mostrado «orgullosa» del trabajo de la Junta en estos tres años de legislatura, por haber demostrado que «otra forma de gobernar es posible», pensando en las personas, defendiendo el Estado del bienestar, la educación y la sanidad públicas y la dependencia; movilizando todos los recursos para contribuir a crear empleo y con las puertas y ventanas abiertas y de las instituciones.
«Si tuviera la garantía de que pudiera seguir con esa hoja de ruta, agotaría la legislatura», ha señalado la presidenta, que ha indicado que «lamentablemente, esa garantía ya no existe y ningún gobernante responsable puede ejercer su tarea en las actuales circunstancias».
Según ha expuesto Susana Díaz, «los próximos años van a ser decisivos para Andalucía» porque se decidirá si los «esfuerzos y sacrificios» han servido para tener «una sociedad mejor» y si «el crecimiento y la riqueza se reparten con justicia», por lo que «en un horizonte así, lo último que necesitan los andaluces es un gobierno a la espera de unas elecciones».
Ganar un año
En esta línea, ha profundizado en que «en Andalucía no vamos a perder un año entre dimes y diretes, entre especulaciones y encuestas, porque estamos hablando del futuro de nuestra comunidad», así que «en lugar de perder un año vamos a ganarlo», de tal forma que «cuando otros gobiernos todavía estén pensando en su futuro como gobiernos, nosotros ya estaremos labrando y trabajando por el futuro de nuestra tierra».
Esta decisión llega, según ha indicado la presidenta, después de haber llegado a la conclusión, en los últimos meses, de que «mi Gobierno carece de la solidez en sus apoyos parlamentarios y de la estabilidad suficiente y necesaria para continuar con su tarea».
Susana Díaz ha rechazado que Andalucía pueda convertirse en «moneda de cambio en ninguna operación política ajena a los intereses de nuestra tierra» y ha defendido aplicar «coraje, entrega, compromiso y determinación» para que la comunidad siga adelante.