La Real Hermandad de Nuestra Señora del Socorro celebró ayer el acto central de los actos del cincuentenario con una Eucaristía en la Plaza de Santa María la Mayor del Barrio del Cerro y una posterior Procesión Extraordinaria por las calles de Cabra.
En torno a las 19:30, el Palio de la Dolorosa del Sábado Santo salía desde la Casa de Hermandad del Sagrado Descendimiento acompañada por los ciriales y Cruz parroquial de la Archicofradía de la Vera-Cruz. En silencio, subió el tramo que la separaba de la Plaza, cuando el Coro del Centro Filarmónico entonó los cánticos de la marcha del Maestro Rodríguez, Virgen del Socorro. Momento especial para los hermanos asistentes a este acto, que rememoraba el tiempo en el que la Virgen del Socorro residía en la Iglesia de San Juan Bautista del Cerro.
A la Eucaristía acudieron numerosos hermanos y devotos, entre los que se encontraban los diferentes Hermanos Mayores que habían pasado por las Juntas de Gobierno de estos 50 años de vida de la Cofradía, y también un grupo de hermanos fundadores. Además, la Corporación Municipal se sumaba al acto conmemorativo en el que se hacía entrega de una medalla por parte del alcalde de la ciudad, Fernando Priego. No faltaron representaciones de las diferentes Hermandades y Cofradías, así como una delegación de la Junta de Gobierno de la Archicofradía de María Santísima de la Sierra que aprovecharon esta ocasión especial para hacer público un hermanamiento entre ambas corporaciones. Además, pudimos observar en la Procesión como el Hermano Mayor de la Real Hermandad de Nuestra Señora del Socorro portaba el báculo de la Archicofradía y viceversa, como símbolo del hermanamiento entre ambas.
La Santa Misa estuvo presidida por el consiliario de la Cofradía, D. Zacarías Romero Arroyo y no quiso faltar a la cita el también cofrade de esta Hermandad y sacerdote D. José Juan Jiménez Güeto, que también acompañó a la Virgen del Socorro en la Procesión Extraordinaria.
Tras la Misa, los componentes de la AIM Banda de Música de Cabra fueron los encargados de dar el toque musical al palio de Nuestra Señora del Socorro, e interpretaron marchas de corte alegre en gran parte del recorrido, como “Encarnación Coronada”, “Estrella Sublime”, “Pasan los Campanilleros”, “Rocío”, entre otras. La Virgen del Socorro brilló con luz propia en su salida y en todo su recorrido, acogida por los numerosos cofrades egabrenses que la acompañaron en cada calle y esquina.
El tiempo respetó durante toda la tarde, aunque cuando el palio se encontraba de vuelta por la Calle la Fuente, algunas gotas hicieron acto de presencia aunque sin alterar la llegada, de nuevo, al Barrio del Cerro. Poco antes de las doce y media de la noche se recogía en la Casa de Hermandad del Sagrado Descendimiento, poniendo broche de oro a una noche cofrade en pleno mes de septiembre.
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