Ha sido descubierto un nuevo yacimiento arqueológico en un olivar de la zona norte del término municipal de Cabra, así lo dio a conocer en la tarde de ayer el delegado de Cultura, Javier Ariza, quien acompañado del equipo de arqueólogos de la Universidad de La Laguna que se encargarán de su estudio, Dimas Martín, catedrático de Prehistoria, Dolores Camalich, profesora Titular en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología e Historia Antigua y Aioze Trujillo, antropólogo físico, comparecieron ante los medios junto con el director del Museo Arqueológico, Antonio Moreno, para darlo a conocer a la ciudadanía.
El hallazgo se produjo el pasado 16 de mayo, cuando un tractor que se encontraba realizando tareas agrícolas, descubrió una cavidad con restos humanos. Concretamente se trata de un enterramiento colectivo en cueva artificial, cubierto por una cámara circular abovedada de unos 2’5 metros de diámetro y pasillo o corredor de acceso. El hallazgo fue comunicado a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la cual, ha autorizado la intervención de inmediato en el yacimiento, comenzando estos trabajos a principios del mes de julio.
Para Camalich, el hecho de que el yacimiento esté intacto «es el sueño de cualquier profesional de la arqueología, y pensamos que va a ser de una enorme importancia».Considera que este yacimiento estaría en relación con otros del mismo tipo como la cueva de Ardales o el conjunto dolménico de Antequera entre otros. En cuanto a la datación del yacimiento, por su aspecto superficial hace pensar que podría remontarse al 2600-2200 a.C., correspondiéndose con el periodo Neolítico, aunque el estudio del mismo lo precisará.
La idea inicial es desarrollar los trabajos de campo en el yacimiento en julio, durante un período de 3 a 4 semanas. Los resultados de la datación serán más o menos inmediatos, y en cuanto a los análisis de ADN y otros que precisan mayor tiempo la perspectiva es tener resultados a finales de otoño o en la primavera de 2016.
El Ifapa ha cedido sus instalaciones para que los investigadores puedan utilizarlas como laboratorio durante la campaña, al igual que los propietarios de los terrenos en los que se ha hallado el yacimiento que están ofreciendo total colaboración. En el proyecto trabajará un equipo de 5 especialistas y 3 operarios.