A vueltas con el CO2 y los parques solares

Autor: Francisco García Montoya

(El autor es agricultor, licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada, doctorado en Botánica por la Universidad de Córdoba y Catedrático numerario de Bachillerato jubilado).

 

Me han pedido que escriba un artículo sobre los parques fotovoltaicos que se están construyendo en España y concretamente en Andalucía y más concretamente en la provincia de Córdoba y todavía más concretamente en el término municipal de Cabra de Córdoba.

Para comenzar hay que aclarar que el establecimiento de estos parques se apoya en la idea de que se trata de una energía limpia a diferencia de la que se obtiene en las centrales térmicas de carbón o de gas. ¿Pero, por qué se quieren sustituir las centrales térmicas por la energía fotovoltaica y/o la energía eólica? La respuesta tiene varias capas.

La más superficial es que según se dice hay que descarbonizar la atmósfera dado que las térmicas emiten diversos gases que se consideran perjudiciales, entre los cuales se destaca el CO2 y se dice que este gas es sumamente perjudicial para el equilibrio ecológico del planeta lo cual es ABSOLUTAMENTE FALSO. Falsedad que ha sido puesta de manifiesto y denunciada por numerosos científicos de trayectoria intachable, independiente y de muy alto nivel entre los que se encuentran numerosos premios Nobel. Si el asunto se aborda con sentido común y exactitud científica bastaría saber que el CO2 es un gas muy minoritario en la atmósfera diríamos que es un gas traza ya que supone alrededor del 0,04% del contenido de la atmósfera, téngase en cuenta que el Nitrógeno supone un 78% y el Oxígeno sobre un 21% de la atmósfera, es decir, ambos gases suman en torno al 99% de los gases atmosféricos el 1% restante son un conjunto de gases entre los que se encuentra el CO2 en el mencionado 0,04%. Es decir, desde el punto de vista del “calentamiento global” o como lo llaman ahora del “cambio climático”, la importancia del CO2 es totalmente irrelevante y dentro de ese 0,04% la parte que correspondería a la actividad humana es todavía más irrelevante. Claro, los partidarios del falso paradigma del “calentamiento global causado por el hombre” dan el dato anterior en partes por millón (ppm) y no en porcentajes (%) con la insana intención de engañar a la opinión pública que en general no es experta en estos asuntos, así dicen el CO2 está en torno a 400ppm en la atmósfera lo cual parece mucha cantidad, pero si lo transformamos en porcentajes que es una medida fácilmente entendible por la gran mayoría de la gente se transforma en el referido y exiguo 0,04% que es nada a efectos de influir en el calentamiento o enfriamiento de algo tan desmesuradamente grande como es la atmósfera terrestre. Un científico y divulgador reconocido contaba que echar la culpa del calentamiento global y de la supuesta crisis climáticas al CO2 sería comparable a que cuando se le vaya la junta de culata a tu coche se le eche la culpa a un arañazo de la pintura del capó.

Por tanto, únicamente con este dato deberíamos concluir el debate sobre el CO2 como gas importante en el efecto invernadero y en el calentamiento global o como se dice ahora en el cambio climático.

También se dice frecuentemente que el CO2 es un gas contaminante lo cual es igualmente falso de toda falsedad. Tengamos en cuenta que nosotros, nuestra materia orgánica y la de todos los seres vivos del planeta está formada básicamente por carbono que procede el CO2 atmosférico que toman las plantas a través de la fotosíntesis. Por tanto, el CO2 es el gas de la vida y está muy pero que muy lejos de ser un contaminante. Se estima que, si la concentración de CO2 atmosférico llegara a ser menos del 0,03% la producción primaria del ecosistema terrestre, es decir, la fotosíntesis de las plantas se vendría abajo y a esto seguiría el fin de los herbívoros y de los carnívoros y de la especie humana, la cadena alimenticia dejaría de funcionar. Otro dato, se calcula que en la era de los dinosaurios la concentración de CO2 era una diez veces mayor que la actual y fue una época esplendorosa tanto para las plantas como para los animales que llegaron a tener dimensiones descomunales. Por tanto, el CO2 no es malo desde el punto de vista de la biosfera. Tampoco es malo desde el punto de vista del cambio climático de hecho las mejores épocas de la Humanidad han sido aquellas de calentamiento global mientras que las peores han sido las de enfriamiento global como la llamada Pequeña Edad de Hielo durante la Edad Media.

En esta primera capa de razonamientos primero se ha establecido firmemente, aunque sobre bases falsas y convenientemente amañadas que el CO2 es malo de donde se deduce que la actividad humana al producir CO2 es mala. Así, han etiquetado al hombre como el malo de la película por eso hay que reducir la población al mismo tiempo que se limita la ganadería porque con una desvergüenza inigualable nos dicen que el ganado se mete muchos pedos y eructos que emiten a la atmósfera metano que es un gas de efecto invernadero y esto lo repiten machaconamente los políticos y los medios de comunicación mayoritarios. Pero, hay que saber que el contenido de metano de la atmósfera es del 0,00019% o lo que es lo mismo ni siquiera es un gas traza, no es nada, y además es inestable y al cabo de pocos días se oxida y se transforma en CO2. Tenga el lector en cuenta que nosotros también eructamos y nos metemos pedos que efectivamente contienen metano, llámenme conspiranoico, pero podríamos estar a un paso de que se nos considere ganado contaminante cuyo número debería ser reducido a un mínimo aceptable ¿aceptable por quién?

Como el CO2 es muy malo cerramos las centrales térmicas, hacemos la vida imposible a los ganaderos para que dejen de criar animales que se meten muchos pedos y eructos. Pongamos muchas centrales fotovoltaicas que no emiten CO2 y ¿dónde las ubicaremos? Pues cerca de las infraestructuras ya creadas que nos permitan evacuar la energía eléctrica producida y ocurre que esas infraestructuras pasan por fértiles zonas agrícolas. Fenomenal, vamos a matar varios pájaros de un tiro porque pondremos los parques solares sobre las parcelas cultivadas convirtiéndolas así en eriales improductivos y domaremos a los agricultores los cuales dejarán de trabajar la tierra y al final se convertirán en subvencionados mantenidos por el sistema tan dóciles como el ganado ovejuno. Mientras que al mismo tiempo nos saldrá barato evacuar la energía eléctrica producida porque no tendremos que invertir en nuevas infraestructuras como por ejemplo nuevas líneas de alta tensión.

Cualquier persona con sentido común pensaría que lo razonable sería que los parques fotovoltaicos se ubicaran sobre tierras improductivas que en Andalucía hay muchas como el desierto de Almería que además tiene el mayor número de horas de sol al año de toda Europa; eso sí, habría que crear algunas infraestructuras nuevas para evacuar la energía y eso encarecería el negocio de los fondos de inversión y otras empresas que vienen de Alemania y de otros países y que presumiblemente se llevarían los beneficios fuera de España. Pues señores, si hay que crear nuevas infraestructuras créenlas si es que quieren poner parques solares y ubíquenlos en Almería o en otros terrenos improductivos por toda Andalucía claro que les saldrá algo más caro. Pero no, van a lo fácil y para colmo se encuentran con unos responsables políticos dispuestos a aplaudirlos como focas. En Italia la señora Meloni empleando el sentido común y pensando en sus ciudadanos ha prohibido destinar tierras de cultivo a parques solares porque según sostiene es necesario salvaguardar la seguridad alimentaria de la población. Mientras tanto en Andalucía se anuncia que en Jaén arrancarán 100.000 olivos tradicionales lo cual es una extensión enorme para poner parques solares, en la provincia de Córdoba existían ya algunos parques solares y ahora se anuncian otros nuevos en Montoro, en Cabra y en otros municipios.

En mi humilde opinión y sin querer ofender a nadie me parece correcto que, si un agricultor quiere suicidarse, agrícolamente hablando, vendiendo o alquilando por treinta y cinco años sus propiedades al lobby fotovoltaico, pues bueno, libre es de hacerlo. Pero, que los políticos locales echen las campanas al vuelo vendiéndonos esos proyectos como si fueran una maravilla y vean bien que las tierras fértiles de nuestro término municipal se transformen en eriales improductivos, y digan que Cabra será un “municipio solar” cuando la auténtica riqueza de nuestro pueblo es la agricultura a mí me resulta vergonzoso y hay que tener cuajo para decirlo sin siquiera despeinarse.

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Antonio R. Luque Castro
Antonio R. Luque Castro
4 días hace

Totalmente de acuerdo. Por otro lado, añadiría que las placas solares tienen una vida útil y ¿Qué sucede con esas placas tras su vida útil? ¿Quién, dónde, cuándo, cómo y a qué costo?… ¿estamos realmente ante una energía limpia?… ¿quitamos árboles que son el pulmón de España para poner placas?. Además estas grandes extensiones de placas solares van a provocar el calentamiento del entorno,

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