Los hospitales de Montilla, Puente Genil y Cabra, reconocidos por el Ministerio de Sanidad por sus buenas prácticas en atención al parto y en violencia de género

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Los hospitales de Montilla y Puente Genil (ambos gestionados por la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir) y el Hospital Infanta Margarita de Cabra (Córdoba), han sido reconocidos, dentro del Sistema Nacional de Salud, por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad debido a sus ‘buenas prácticas’ en materia de atención al parto y violencia de género.

Concretamente, el hospital comarcal de Montilla ha sido distinguido dentro de la estrategia ‘Atención al parto y salud reproductiva’ por su labor en «Optimización de la tasa de cesáreas», que aborda las prácticas clínicas en la atención al parto así como la participación de las mujeres en la toma de decisiones. En el caso del Infanta Margarita, reconocido en la misma estrategia, lo ha sido por su ‘Escuela para padres y madres’, en donde se tratan los cuidados desde el nacimiento a la primera semana de vida, fomentando la participación de las mujeres y sus parejas.

Otras 40 buenas prácticas de distintas comunidades autónomas de toda España han sido reconocidas en este ámbito de trabajo, de las cuales, tres son andaluzas, las descritas de los centros cordobeses y la del Área de Gestión Sanitaria del Campo de Gibraltar, en Cádiz, por sus actuaciones en lactancia materna y entorno educativo.

Por su parte, el Hospital de Alta Resolución de Puente Genil ha sido distinguido dentro de la estrategia de ‘Actuaciones sanitarias para la prevención y detección precoz de la violencia de género’, debido a su buena práctica en esta materia titulada «Nuevas estrategias en Salud para el abordaje integral y la coordinación interinstitucional contra la violencia de género», que tiene como principales líneas de actuación la atención sanitaria a las mujeres que sufren violencia de género, sus hijas e hijos, así como a mujeres en contextos de especial vulnerabilidad ante este tipo de violencia. En este sentido resulta clave la coordinación intersectorial (administración Local, organismos autonómicos, organizaciones de la Sociedad Civil y de mujeres, administración de Justicia, sistema educativo, fuerzas y cuerpos de Seguridad, Servicios Sociales, recursos específicos en violencia de género para la atención a las mujeres y organismos de Igualdad). En total, dentro de esta estrategia han sido distinguidas por el Ministerio 11 buenas prácticas en todo el sistema nacional de salud.

Se considera ‘Buena Práctica’ aquella intervención concreta implantada en un territorio que responde a las líneas estratégicas del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, en concreto, de la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el SNS, basada en el mejor conocimiento científico disponible, que haya demostrado ser efectiva y pueda ser transferible. Se trata de la ‘II Jornadas de Buenas Prácticas en el SNS’ organizada por el Ministerio, correspondiente a la valoración de 2015, que se ha desarrollado este miércoles 1 de junio en Madrid en un acto donde se han repartido las distinciones concedidas en las distintas áreas de trabajo.


Optimización en la tasa de cesáreas

La iniciativa reconocida al hospital montillano consiste en difundir su experiencia en el campo de la atención al parto durante 2014, para lo que ha elaborado una memoria de resultados donde se analiza la situación y las actuaciones llevadas a cabo con objeto de optimizar la tasa de cesáreas.

Cabe destacar que el número de cesáreas se ha ido incrementando en los últimos años, constituyendo un motivo de preocupación para el Sistema Nacional de Salud, gestores e incluso los propios profesionales, convirtiéndose su racionalización en un objetivo prioritario, siendo una de las claves fundamentales en el aumento de cesáreas el excesivo intervencionismo médico durante el parto. Así, la OMS-SEGO establece el 15-20% como indicador de calidad óptimo en la tasa de cesáreas. Por debajo de un 10% podrían comprometerse los resultados perinatales, pero por encima no está demostrada la obtención de beneficios materno-neonatales.

En este sentido el jefe de la Unidad de Ginecología y Obstetricia del hospital montillano, José Garriguet, destaca: “Nuestro objetivo principal asienta sobre la racionalización de la tasa de cesáreas y para ello el número de cesáreas podemos disminuirlo atendiendo a indicaciones adecuadas sin poner en riesgo la morbimortalidad perinatal y materna, manejando una serie de indicadores de calidad en obstetricia avalados por la evidencia científica (buenas prácticas) y con un grado de compromiso por parte de todo el equipo encargado del parto. Por otro lado, nos marcamos una serie de objetivos secundarios como son aumentar la atención al parto de baja intervención o natural, asistir partos con el antecedentes de cesárea previa, diagnósticos correctos de crecimiento intrauterino restringidos, disminuir el número de episiotomías, mortalidad perinatal por debajo del 0,5%, optimizar la estancia media hospitalaria en Obstetricia, sangrado postparto excesivo, etc. así como la promoción de la lactancia y facilitar el contacto piel con piel en el mayor número de partos”.

Concluye Garriguet poniendo de manifiesto la existencia de una corriente en auge en la obstetricia moderna como es el parto natural o de baja intervención, cada vez más demandado por las gestantes. “Nuestra maternidad se ha convertido en referente al reunir las condiciones adecuadas para tal fin, donde la infraestructura y todos los profesionales implicados en la atención al parto (auxiliares, enfermeras, matronas, ginecólogos, anestesistas, pediatras) facilitan y colaboran al desarrollo del parto en esas condiciones. Es la mujer la que se ha convertido en la protagonista de su parto, siendo ella la que mediante el plan de parto nos describe de manera pormenorizada como desea el desarrollo del mismo y lo que espera de nosotros. Los profesionales involucrados en el parto debemos y tenemos que respetar estos deseos, estar a su lado y ayudar cuando lo necesiten”, apunta el jefe de ginecología del centro montillano.


Escuela de Padres y Madres

Esta iniciativa del hospital Infanta Margarita, perteneciente al Área de Gestión Sanitaria Córdoba Sur, acreditada como buena práctica consiste en la realización de sesiones de puertas abiertas en el servicio de Ginecología destinadas a las gestantes, sus parejas y/o familiares de referencia (madres, hermanas, tías y abuelas generalmente) para no solo informar de aspectos de la maternidad de su interés, sino también de los propios servicios del sistema sanitario público andaluz, intercambiar opiniones y expectativas sobre su proceso, y establecer un espacio compartido de reflexión que permita aumentar el papel protagonista y la participación activa de las mujeres, respetando sus decisiones en todo el proceso de embarazo-parto-puerperio y ofrecer la oportunidad de la detección de situaciones de mejora.

La actividad se realiza de forma coordinada entre los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Ginecología y Obstetricia del centro hospitalario junto con todos los profesionales que imparten educación maternal en los centros de salud del área de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba. Desde su puesta en marcha en abril de 2012, alrededor de 3.600 familias de toda el área de influencia del hospital Infanta Margarita, han participado en el proyecto, desarrollando cada una de sus fases en su totalidad.

Dada la alta implantación de las redes sociales y su poder de difusión, se ha creado una página de fans en la red social Facebook (www.facebook.com/Lactancia.MSC) con el objeto de apoyar a las puérperas en la lactancia materna, que ha fecha
de hoy se ha convertido en referente en su campo.


Abordaje y coordinación interinstitucional en violencia de género

La iniciativa del hospital pontano acreditada como buena práctica consiste en la instauración de un modelo de actuación biopsicosocial iniciado desde el hospital y centrado en mecanismos de detección precoz, atención integral, intervención inmediata y coordinación interinstitucional, capaces de permitir el empoderamiento de las mujeres, su capacidad de decisión y de cambio, y el acceso a los recursos psicológicos, económicos, jurídicos y sociales en coordinación inmediata con el resto de instituciones locales en un plazo no superior a 24 horas. Todo ello, garantizando un acompañamiento continuo de la mujer durante todo el proceso que facilitará la desaparición de muchos de los factores que hacen que esta se mantenga en la relación de malos tratos y no decida interponer la denuncia.

Los supervisores de enfermería del hospital pontano, Raúl Pérez y Susana Molina, ambos referentes en materia de atención al maltrato en el centro, destacan: “Todo esto se consigue a través de varios procedimientos innovadores (como un procedimiento de alarma para la detección precoz; entrevista biopsicosocial individualizada; un sistema de coordinación interinstitucional inmediato -en las primeras 24 horas-; el seguimiento de mujeres con indicadores de sospecha de malos tratos, con una agenda de citas abiertas; la creación de una Comisión Local contra la violencia de género; el establecimiento de feedback de la información acerca de la situación de la mujer y la creación de un cuadro de mandos con diversos datos sobre todo el proceso) puestos en marcha en el hospital desde el año 2007 que han permitido la obtención de algunos resultados interesantes, como el aumento del número de mujeres que deciden denunciar, que acceden a los recursos y abandonan la relación de malos tratos y el descenso del número de mujeres que deciden retirar la denuncia, indicadores prioritarios en las estadísticas recogidas por el Ministerio de Sanidad.

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