La delegada de Sanidad del Ayuntamiento de Cabra, Rosi Lama, asistió este lunes en el Instituto de Educación Secundaria -IES- ‘Aguilar y Eslava’ a la primera sesión de los talleres ‘Disminución de riesgos en consumo intensivo de alcohol e intoxicaciones etílicas’ que, promovidos a través del plan ‘Cabra, ciudad ante las drogas’, desarrollará en los diferentes institutos de la localidad la oenegé la ABD (Asociación, Bienestar y Desarrollo) a través de su programa Energy Control Andalucía.
Se trata de un programa financiado a través de la convocatoria de subvenciones con cargo al 0,7% del IRPF de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía que permite a entidades privadas llevar a cabo programas de interés general para atender fines sociales, en este caso sobre reducción de riesgos asociados al consumo intensivo de alcohol y las intoxicaciones etílicas en estudiantes mayores de edad que cursan estudios de ciclos formativos de grado superior. Por ello, tras su paso por el IES ‘Aguilar y Eslava’ también se llevarán a cabo sesiones en el IES ‘Felipe Solís’, ya que son los centros egabrenses donde se imparte esta modalidad formativa.
Este programa es el único que existe en Andalucía dirigido específicamente a la población que cursa estudios en recursos formativos para el empleo, ya que el resto de intervenciones de este tipo se dirigen a Educación Infantil, Primaria y Secundaria. De ahí su especial relevancia para cubrir todos los públicos de la comunidad educativa con intervenciones sobre reducción de riesgos asociados al consumo intensivo de alcohol.
Cada taller tiene una duración total de 2 horas, repartidas en dos sesiones de una hora separadas por un intervalo de dos semanas, en las que se utilizan diferentes metodologías participativas, se realiza una evaluación de las necesidades del grupo y se planifica una intervención ajustada a los resultados encontrados en la que se permita la discusión y el aprendizaje, con el objetivo de motivar a las personas participantes a modificar sus patrones de consumo y adoptar estrategias individuales de reducción de riesgos, con un foco especial en el manejo de las intoxicaciones etílicas.