La sanidad pública andaluza ha registrado en los últimos cinco años un total de 277 donaciones de personas vivas. La donación en vida ha sido muy importante para conseguir que más personas se puedan beneficiar de un trasplante y que éstos proporcionen cada vez más calidad de vida. Asimismo, este tipo de donación aumenta la calidad del órgano y su tiempo de vida útil, lo que está multiplicando la supervivencia.
En el año 2017 se llevaron a cabo 919 trasplantes de órganos en los hospitales públicos andaluces, de los que 603 fueron trasplantes renales (15 en población infantil); 47 procedentes de donantes vivos y, de éstos, 2 de donantes cruzados. Estos trasplantes han sido posibles gracias a las 413 donaciones que se realizaron, 49 de ellas de personas vivas. Estas cifras sitúan a Andalucía en tasas más altas de su historia con 49,3 por cada millón de habitantes en 2017, más del doble de la media de la Unión Europea (21,5), y casi el doble de la tasa en Estados Unidos (30,8). Con esta cifra, ha recordado, Andalucía ha alcanzado prácticamente el objetivo que tiene marcada la ONT para 2022, situado en 50 donantes de órganos por millón de población.
En enero se alcanzó una nueva cifra récord, 119 trasplantes, la más alta alcanzada, hasta ahora, en un solo mes, gracias a la generosidad de 5 donantes vivos y 53 personas fallecidas. Estas cifras son posibles por la aplicación de nuevas técnicas y procedimientos, fruto del compromiso clínico e investigador de los equipos de la sanidad pública andaluza.
La mayoría de los donantes vivos (85%) son progenitores (169), parejas (155) y hermanos o hermanas (131). Asimismo, más de 40% son donaciones cruzadas.
La mayor parte del trabajo para la práctica del trasplante de donante vivo radica en los servicios de Nefrología y Urología. Son los nefrólogos los que plantean a los diferentes candidatos y familiares esta opción terapéutica y los profesionales de Urología los encargados de su realización de forma programada, habiéndose ya desarrollado desde hace años la técnica laparoscópica para la extracción del riñón del donante vivo en todos los hospitales andaluces autorizados para desarrollar esta prestación. Esta técnica hace que la cirugía sea mínimamente invasiva, reduce las cicatrices a mínimas incisiones y permite la recuperación quirúrgica en mucho menos tiempo que la cirugía abierta convencional.
Otra de las ventajas del trasplante renal de donante vivo es que puede hacerse antes de que comience la diálisis, por lo que supone una enorme ventaja al no precisar realizar un acceso vascular o peritoneal previo (la fístula o el catéter) y evita tener que realizarse las sesiones de diálisis, accediendo directamente al trasplante desde la consulta de bajo aclaramiento. Precisamente, la formación del personal sanitario para poder ofrecer el trasplante renal de vivo desde las consultas de Nefrología antes de que se inicie la diálisis es uno de los objetivos principales del curso.
Otro avance ha sido el trasplante anticipado, que también está incrementando la calidad de vida y la supervivencia de las personas trasplantadas. Más de la mitad de los trasplantes renales procedentes de donante vivo, realizados en 2017 en la sanidad pública andaluza, han sido de forma anticipada.
Supervivencia más alta
El progresivo envejecimiento de la edad media del donante y el descenso de los donantes más jóvenes, condiciona que los pacientes, igualmente jóvenes, en lista de espera para trasplante renal tengan menos oportunidades de acceder a esta solución terapéutica.
De ahí la conveniencia de promover y difundir la opción del trasplante de riñón procedente de donante vivo, labor que se comenzó a potenciar en el año 2005. Este tipo de trasplante, con escasos riesgos para el que dona, tiene una supervivencia más alta que el trasplante de riñón de donante fallecido. En este sentido, se ha pasado de hacer de forma testimonial 2-3 trasplantes por año al inicio de la pasada década a realizar 47 en 2017.
Actualmente, en Andalucía son 5 hospitales los autorizados para trasplante renal: en Cádiz, el Hospital Puerta del Mar; en Córdoba, el Hospital Reina Sofía; en Granada, el Hospital Virgen de las Nieves; en Málaga, el Hospital Regional; y en Sevilla, el Hospital Virgen del Rocío.