Se define como un espeleólogo, con un especial interés por la presencia humana en el medio kárstico. Desde muy joven la arqueología llamó a la puerta de su vida, fundamentalmente, por el atractivo de las cuevas en las sierras de la Subbética y por el ejercicio de buscar explicaciones acerca de la existencia de fragmentos de cerámica, huesos y trazos pintados en las cuevas.

Antonio Moreno, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Córdoba, ligó su etapa universitaria a la prehistoria y la arqueología y participó en varias excavaciones. Es miembro del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Córdoba, además del director del Museo Arqueológico Municipal de Cabra.

–          ¿En qué consiste su labor como arqueólogo?

Desde la dirección del Museo Arqueológico mi trabajo tiene dos vertientes, por un lado está la dirección propiamente dicha del museo que consiste en atender todos los asuntos relacionados con su gestión, como, el mantenimiento y la mejora de la exposición, la recepción de nuevas piezas y actualización del catálogo, promover el estudio e investigación de los fondos, responder a consultas de investigadores, etc. Y por otra parte, también me ocupo de todos los asuntos relacionados con el Patrimonio Arqueológico de Cabra, por ejemplo, actualmente estoy coordinando el proyecto de puesta en valor del Cerro de la Merced, participo en el Proyecto General de Investigación de La Beleña, y estamos planificando la intervención en la Villa de la Mitra; también es importante el trabajo de mantenimiento de la Carta Arqueológica de Cabra dado que se descubren yacimientos arqueológicos con cierta frecuencia.

–          ¿Cuántas excavaciones ha hecho? ¿Cuál es la preparación previa?

A nivel profesional he tenido la suerte de trabajar en numerosas intervenciones arqueológicas desde el año 1989, más de setenta, tanto en el sector privado como en proyectos de diversas instituciones. Así, he participado en excavaciones en yacimientos de todo tipo y de las más diversas cronologías, desde prospecciones de asentamientos del Paleolítico Medio hasta excavaciones en castillos y murallas de Época Medieval, desde documentación de estaciones con Arte Rupestre al estudio de grabados también de Época Medieval.

Sobre la preparación de cualquier actividad arqueológica y dejando aparte el cumplimiento del Reglamento de Actividades Arqueológicas, es fundamental estudiar bien el contexto antes de comenzar, aunque de todas formas siempre hay que tener en cuenta la imprevisibilidad del registro arqueológico por lo que las sorpresas suelen ser habituales.

–          ¿Cuántas excavaciones ha llevado a cabo en Cabra?

He participado directamente en varias intervenciones, como estudiante estuve en la excavación realizada en la Cueva de la Mina de Jarcas en el año 1985, y luego he participado, ya como director o co-director, en el Proyecto General de Investigación “El Poblamiento Prehistórico del Macizo de Cabra y su relación con la Alta Campiña: caracterización económico-social, paleoecológica y ocupación del territorio” durante los años 1994 y 2002; en la excavación realizada en el tramo de la muralla de la calle Ana de la Rosa en los años 2002-2001;  en el estudio del Arte Rupestre en la Cueva del Calvario en el 2007; o más recientemente participo como co-director en el Proyecto que desde el año 2012 se desarrolla en el Cerro de la Merced. También, por encargo de la Junta de Andalucía en el año 2010, tuve la oportunidad de elaborar de la documentación técnica para la inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la declaración de Bien de Interés Cultural de la Villa del Mitra.

–          ¿Cuál considera que es su mejor hallazgo?

Sin duda esta es la pregunta más difícil de contestar, he tenido de la oportunidad de excavar en yacimientos de primer orden, como en la Cueva de los Mármoles de Priego con una ocupación del VI milenio, o en la ciudad ibero-romana de Torreparedones en Baena con unos resultados espectaculares: la cabeza de mármol del emperador Claudio que ha estado expuesta recientemente en el Museo Arqueológico Nacional la localicé yo personalmente. Pero, a pesar de esto, todavía me emociono cuando descubro una simple figura humana pintada en color rojo durante la Prehistoria Reciente en un abrigo de estas sierras de Cabra como ocurrió el año pasado.

–          ¿Cómo situaría a Cabra a nivel arqueológico?

Cabra tiene una situación privilegiada por situación, por un lado tiene su sierra, con numerosas cavidades y abrigos, muchas con ocupación humana, un paisaje kárstico que tiene además como consecuencia la existencia de numerosos manantiales y arroyos  que van a regar las vegas y campiñas constituyendo unas inmejorables tierras para la agricultura. Esta dualidad en los paisajes ha hecho que este sea un lugar muy adecuado para el establecimiento de las poblaciones humanas durante toda la historia, por lo menos desde el Paleolítico Medio.

–          ¿Falta mucho por descubrir?

Actualmente conocemos con certeza unos 160 yacimientos arqueológicos en el término municipal de Cabra, pero hay que tener en cuenta que apenas se han realizado prospecciones sistemáticas. Teniendo en cuenta algunos municipios cercanos no es descabellado pensar en que en Cabra puede haber cerca de 300 yacimientos arqueológicos.

–          ¿Cómo definiría el papel de la arqueología en la sociedad actual?

La ciudadanía cada vez está más interesada por los yacimientos arqueológicos y en que el Patrimonio Arqueológico cuente con una adecuada protección, de forma que, además de hacer posible su investigación, pueda ponerse en valor de forma adecuada y hacerse visitable. Afortunadamente cada vez hay menos casos en los que ante un hallazgo arqueológico se produce su ocultación, o incluso su destrucción; la legislación actual, con todos sus aspectos mejorables, que son muchos, contribuye también a mejorar la concienciación ciudadana.

–          Recientemente el Ayuntamiento ha adquirido la propiedad del yacimiento de la villa del Mitra, ¿esto facilita enormemente el desarrollo arqueológico en Cabra?

Indudablemente. Actualmente, una vez que la parte excavada de la villa ya es patrimonio de todos los egabrenses, se está procediendo a su limpieza, y se va a realizar un levantamiento topográfico en 3D; también este año se pretende excavar una estancia nueva y cambiar el sistema de vallado para que sea más acorde al entorno. La importancia de este yacimiento, como lugar donde apareció la escultura de Mitra en los años cincuenta del pasado siglo, hace imprescindible avanzar en su investigación y en su puesta en valor.

–          ¿Cuándo llevará a cabo la próxima excavación?

A finales de este mes comienza una nueva campaña de excavación de la necrópolis de La Beleña, dentro de las actividades del Proyecto General de Investigación que dirige la profesora María Dolores Camalich con el patrocinio del Ayuntamiento de Cabra. También en este verano se va a realizar una Prospección Arqueológica de los “Recintos Fortificados” de Época Ibero-Romana que hay en la comarca de Cabra por parte del equipo que investiga el Cerro de la Merced. Y para la parte final del año está previsto excavar en la Villa del Mitra, en un proyecto en el que se pretende implicar a la ciudadanía de Cabra.

–          ¿Por qué es tan importante la arqueología a nivel cultural?

Cada vez hay más personas interesadas en los yacimientos arqueológicos, en conocer la investigación que se realiza y cuáles son sus resultados, y también en visitar aquellos lugares más relevantes de nuestro pasado. Como ejemplo de este interés solamente hay que comprobar las visitas que se reciben en el Museo Arqueológico, que durante este mes de mayo han sido 1.681 personas, y el interés que hay por los yacimientos en los que se está interviniendo: La Merced, La Beleña o la Villa del Mitra, que esperamos que pronto puedan ser visitables.