El Grupo Internacional de Administraciones y Expertos en materia de contaminación lumínica ha promulgado la primera Declaración sobre el impacto de luz blanca procedente del alumbrado nocturno, en un acto que ha contado con la presencia de la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano. Esta iniciativa, impulsada por la Junta de Andalucía, tiene como objetivo dar a conocer a la población los efectos del uso indiscriminado de luz blanca desde las perspectivas astronómicas, ambiental y de salud humana.
Para la consejera es primordial el establecimiento de colaboraciones internaciones que permitan a Andalucía participar de los últimos avances tanto legislativos como en los resultados de investigaciones científicas en esta materia. Así, ha recordado que para tal fin la Consejería constituyó en 2011 el grupo de trabajo internacional, en el que participan representantes de países tales como Estados Unidos, Chile o Alemania, pioneros en la protección del cielo nocturno. El principal objetivo de este equipo ha sido alcanzar una posición común en materia de iluminación y sobre todo fomentar el uso de la luz cálida frente a la blanca fría, con elevadas emisiones en la franja azul del espectro.
En los últimos años, el desarrollo de la tecnología LED ha ido en la línea de la iluminación con luz blanca con elevada emisión azul, por ser dispositivos más eficientes y baratos de producir, aunque a día de hoy existe tecnología igualmente eficaz y menos contaminante. Esta luz, aún siendo energéticamente muy buena, es la que más afecta a las observaciones astronómicas ya que se difunde mucho más fácilmente por la atmósfera, según la declaración presentada.
El cielo nocturno de Andalucía está considerado, por sus condiciones geográficas y climatológicas, uno de los mejores de Europa para la realización de observaciones astronómicas. No en vano, nuestra región acoge dos observatorios científicos de carácter internacional, Calar Alto y Sierra Nevada, y un gran número de asociaciones astronómicas de relevancia, agrupadas mediante la Red Andaluza de Astronomía, lo que la convierte en un referente internacional.
Según Serrano, el firmamento forma parte de nuestro patrimonio natural, cultural y científico, un hecho que “también ofrece la posibilidad de impulsar el turismo astronómico como motor de desarrollo económico”. Este aspecto lo fomentan las llamadas ‘Reservas Starlight’, unos espacios comprometidos en la defensa de la calidad del cielo nocturno y con ello de valores asociados. En este sentido, ha recordado que “Andalucía dispone de dos reservas de este tipo, Sierra Morena y Sierra Sur de Jaén, y que existen otras en marcha”.
Durante su intervención la titular de Medio Ambiente ha informado que la intrusión lumínica en las viviendas causa en las personas fatiga visual, ansiedad y otras alteraciones de la salud, que afectan y reducen su calidad de vida. En el caso de los ecosistemas, el exceso de luz artificial provoca también alteraciones en los ciclos vitales y en los comportamientos de especies animales y vegetales. En esta línea ha anunciado que la Junta iniciará en breve “otra actuación muy peculiar, durante los meses de diciembre y enero, la de detectar si existe, y en qué medida, contaminación lumínica en el corazón de Doñana, en la Reserva Biológica “.
El excedente de luz supone también un consumo energético innecesario que conlleva un aumento de los costes económicos y de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos, generados en la producción de la energía consumida. En esta línea, ha abogado “por desterrar de nuestros pueblos y ciudades la cultura del derroche, el despilfarro y del hiperconsumo energético y abrir paso a una nueva conciencia más próxima al ahorro, la eficien-cia y el uso racional y responsable de la energía”.
De otro lado, ha recordado que el Decreto aprobado por el Gobierno andaluz para la protección del cielo nocturno contra la contaminación lumínica, vigente desde 2010, tiene entre otros objetivos preservar los ecosistemas naturales más sensibles a este tipo de impacto ambiental, evitar las intrusiones del alumbrado exterior en el ámbito privado y garantizar el buen funcionamiento de los observatorios astronómicos.
Asimismo, para prevenir, minimizar y corregir los efectos de la dispersión de la luz en el cielo y sus consecuencias en los espacios naturales y en la biodiversidad, la Junta apoya a los municipios andaluces en la elaboración de su zonificación lumínica. En este sentido, la titular de Medio Ambiente ha resaltado el papel clave de los ayuntamientos para afrontar este nuevo reto ambiental y expresó su confianza en contar con una “participación activa y comprometida” de los mismos para el desarrollo efectivo de esta norma.